El reto del amor es el camino a la
felicidad
Jesús
Matheus Linares
En este tiempo
de Semana Santa, que recuerda la vida y pasión de nuestro Señor Jesucristo los
venezolanos debemos abocarnos más al amor y a la unidad como nación. Afrontar
el reto del amor es el camino a la felicidad, es también el camino de la
convivencia, de la felicidad social y colectiva. Que podamos vivir juntos como
hermanos es un requerimiento del Evangelio, pero también una exigencia de la
estructura social, de la cohesión de la nación, de la vida política.
El reto del
amor es especialmente grave para los constituidos en autoridad y para aquellos
que tienen liderazgo en la sociedad, por ello hay que defender la educación
cristiana, la construcción de un Estado laico no impide que las escuelas se
abran a la enseñanza de Dios...
Las protestas
pacíficas son una forma que tiene la colectividad de expresar la angustia que
tiene por la inseguridad. Es necesario que las autoridades actúen dentro del
marco de las Constitución, las leyes y el respeto de los derechos humanos. No
se trata aquí de conspiración ni cuestión mediática. Además, los medios de comunicación social deben
informar porque nosotros necesitamos estar informados, necesitamos saber qué
está pasando, tenemos el derecho a la información que está consagrado en la
Constitución y, por otro lado se debe evitar el amarillismo de tipo criminalística,
ya basta de violencia.
Los organismos
del estado deben actuar en el marco de la Constitución y las leyes para
garantizarnos a todos la seguridad personal y patrimonial. Por eso, en esta
Semana Mayor clamamos por la serenidad. Solicitamos a las autoridades resolver
el grave problema de inseguridad que hay en el país.
Hay que mejorar
el Estado venezolano y con ellos, sus poderes, en especial el Poder Judicial,
las cárceles, las policías, es todo un problema grave que toca el corazón mismo
de nuestra estructura como nación venezolana. Por tal motivo el Estado está
llamado a dar una respuesta por su obligación política con los ciudadanos que
lo integramos, y que mejor momento para que todos nos juntemos como hermanos,
en esta Semana Santa cuando conmemoramos que el hijo de Dios dio su vida por
nosotros. Es tiempo de reflexionar, es tiempo de cambio. Un mundo mejor es
posible.
jmateusli@gmail.com
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