martes, 24 de junio de 2014

Ramón Jota Velásquez, el Presidente que dio continuidad a la democracia





Ayer murió a los 97 años de edad:
Ramón J. Velásquez, el presidente
que dio continuidad a la democracia

Periodista, historiador, político y hombre preocupado por el destino de Venezuela

-Jesús Matheus Linares-


            Acucioso, con una brillante pluma al momento de narrar el hecho histórico, aprendida en sus años mozos, de reportero del diario “Últimas Noticias”; político conciliador y profundamente conocedor de la realidad venezolana como sociólogo, ayer 24 de junio, cuando el país entero conmemoraba los 193 años de la Batalla de Carabobo, el dirigente acción democratista, Henry Ramos Allup dio a conocer a las 8 y 46 de la mañana, a través de su cuenta en la red social twitter que Ramón Jota Velásquez Mújica había fallecido a los 97 años de edad. “Se nos fue una referencia política, un hombre que hizo república. QEPD Ramón J. Velásquez. Su legado quedará vigente”, escribió.
            Presidente interino entre junio de 1993 y febrero de 1994, luego del juicio contra Carlos Andrés Pérez, fue el hombre que le tocó darle continuidad a la democracia venezolana y entregar la banda presidencial al presidente electo en los comicios de 1993, Rafael Caldera. “Me quita usted un gran peso de encima” le dijo el propio Velásquez al presidente Caldera cuando le colocó la banda presidencial. Así lo reseñamos para el diario “Panorama” el 3 de febrero de 1994.
            Y es que “Ramoncito” como le decían sus más allegados siempre estuvo en la escena política nacional desde las postrimerías de la dictadura gomecista, en el siglo pasado cuando comenzó a dar sus primeros pasos como abogado, columnista y sobretodo como periodista, historiador de la realidad venezolana.
            Nacido el 28 de noviembre de 1916 en San Juan de Colón, en el estado Táchira, del hogar conformado por Ramón Velásquez Ordoñez, periodista y corrector de pruebas en un periódico y la educadora Regina Mujica, conoció las primeras letras de la mano de sus padres en su pueblo natal. Luego hizo sus primeros estudios en la Escuela Villafañe de San Cristóbal, de allí  prosiguió estudios en el liceo Simón Bolívar de San Cristóbal.
En 1935 viajó a Caracas para concluir el bachillerato en el liceo Andrés Bello, centro de formación de los jóvenes estudiantes en desacuerdo con el régimen gomecista. Su formación universitaria la hizo en la Universidad Central de Venezuela, recibiéndose como Doctor en Ciencias Políticas y sociales en 1942 y como Abogado en 1943. Se casó con Ligia Betancourt Mariño y tuvo cuatro hijos: Ramón Ignacio, Regina, José Rafael, Gustavo Luis.
Con la transformación de los acontecimientos políticos de Venezuela con la muerte de Gómez, el gobierno de Eleazar López Contreras y Medina Angarita, Ramón Jota Velásquez comenzó a militar en el PDN, génesis histórica de Acción Democrática.
Aunque abogado de profesión, ingresa a la plantilla de reporteros del periódico Últimas Noticias por preferir la agitada y movida sala de redacción. Fue preso político durante la dictadura de Pérez Jiménez.
En 1958 luego de largos años de cárcel por su firme posición de defender un sistema de libertades durante la dictadura, Velásquez sale a la calle a ejercer como el primer director del diario El Mundo. Su ejercicio periodístico lo conduce a dirigir importantes diarios y revistas como el diario El Nacional, en dos oportunidades. Esto no significó su retiro de otros diarios como redactor de columnas, artículos y reportajes que reflejan la historia política y social del país. Siempre se destacó como un defensor del sistema democrático sin afiliación alguna.
.           Pese a esa independencia militante, a partir de 1958, fue electo parlamentario en diversas ocasiones en las listas del partido Acción Democrática. Fue el Secretario General de la Presidencia durante el segundo gobierno de Rómulo Betancourt y ministro de Comunicaciones durante el primer gobierno de Rafael Caldera.
Firme defensor de la descentralización, promovió la creación de la Corporación de Desarrollo de Los Andes Corpoandes. Presidió la Comisión para la Reforma del Estado (COPRE) creada por el presidente Jaime Lusinchi en el lapso 1984-1986. Participó activamente en la campaña electoral mediante la cual Carlos Andrés Pérez buscó una segunda presidencia en las elecciones presidenciales del 4 de diciembre de 1988. En el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez fue senador y Presidente por Venezuela de la Comisión Presidencial para Asuntos Fronterizos Colombo Venezolanos (COPAF) entre 1989 y 1993.
Luego vino su Presidencia interina frente al Ejecutivo nacional, cuando fue  autorizada por el  Congreso Nacional la apertura de un juicio a Carlos Andrés Pérez. Se desató una grave crisis, que se resolvió mediante la decisión de los grandes partidos históricos de elegir a Velásquez para que concluyera como Presidente el período constitucional. La decisión fue tomada mediante común consenso entre las fracciones en el parlamento que no querían como sucesor a Octavio Lepage, presidente del congreso en esos momentos.
El 5 de junio de 1993 el Congreso eligió al entonces senador Velásquez como presidente constitucional, para sustituir a Pérez, suspendido por el juicio que se le siguió. Su principal contendor, el entonces presidente del congreso Octavio Lepage generó disensiones en el Congreso, que favorecieron la designación de Velásquez. Los partidos Acción Democrática y COPEI decidieron apoyar a Velásquez pero no aportar militantes suyos para integrar el gabinete ministerial. El gobierno provisional de Velásquez quedó opacado por el llamado narco indulto del traficante Larry Tovar Acuña, caso en el cual la Secretaria Privada de la Presidencia obtuvo de forma irregular la firma del Presidente para dejar en libertad al conocido narcotraficante.
            Otros hechos ocurridos bajo su breve gobierno incluyen la quiebra del Banco Latino con la subsecuente fuga de divisas al exterior y la tragedia de Las Tejerías. Entre sus medidas gubernamentales estuvo la implantación del Impuesto al Valor Agregado, como parte de la Ley Habilitante que le confió el Congreso Nacional.
Como historiador dejó perdurable huella de su trabajo impreso en varias obras y numerosos trabajos periodísticos. Entre sus obras más reconocidas se encuentran La caída del liberalismo amarillo y Confidencias imaginarias de Juan Vicente Gómez.
Fundó y dirigió el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Central de Venezuela, la mayor y más antigua del país. Fue profesor titular de la cátedra de historia del periodismo venezolano en la Universidad Central de Venezuela, profesor titular de esa misma cátedra en la Universidad Católica Andrés Bello y de apreciación del proceso histórico venezolano en la Universidad Metropolitana de Caracas. Siete universidades del país le otorgaron igual número de doctorados Honoris Causa
La muerte de Velásquez, el último ex presidente vivo del país, se produce a escasas semanas del deceso del ex mandatario Jaime Lusinchi, que falleció el 21 de mayo en Caracas.
Ayer, inmediatamente cuando se conoció su fallecimiento, las principales figuras políticas venezolanas de la oposición se pronunciaron a través de Twitter. Aseguran que fue una "referencia" política.
Tanto el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, y la dirigente María Corina Machado expresaron sus condolencias. Del mismo modo, los alcaldes de Chacao y de El Hatillo, Ramón Muchacho y David Smolansky, respectivamente, también enviaron un mensaje por la red social.
        — David Smolansky (@dsmolansky) junio 24, 2014
    Ha partido un extraordinario ciudadano, el exPdte Ramón J Velázquez,luchador incansable y constructor de la democracia venezolana
    — María Corina Machado (@MariaCorinaYA) junio 24, 2014
    Ramón J Velázquez murió c un deseo ardiente de ver de nuevo la democracia en nuestro país. Nuestras generaciones cumpliremos nuestra tarea
    — María Corina Machado (@MariaCorinaYA) junio 24, 2014
    Nuestras sentidas condolencias a la familia del ex presidente Ramón J Velásquez: ilustre venezolano, historiador y escritor #QEPD
    — RAMÓN MUCHACHO (@ramonmuchacho) junio 24, 2014
    Hoy 193 años Batalla de Carabobo,día del Ejército,día de San Juan y partió el Ex-Pdte Ramón J.Velásquez,paz a su alma,un gran vzlano!
    — Henrique Capriles R. (@hcapriles) junio 24, 2014
    Vaya un fuerte abrazo a todos los familiares y amigos del Ex-Pdte Ramón J. Velásquez,que Dios lo tenga en su gloria
    — Henrique Capriles R. (@hcapriles) junio 24, 2014

         Gobierno de Colombia lamentó su deceso

Las agencias de noticias internacionales dieron cuenta que el Gobierno de Colombia lamentó el fallecimiento del ex presidente venezolano Ramón J. Velásquez, al que definió como un gran impulsor "de la buena vecindad" y de la integración regional.
"El doctor Velásquez fue un humanista en el sentido más amplio del término. Periodista, escritor, historiador y político, sirvió a su país en momentos muy importantes", manifestó la Cancillería colombiana en un comunicado.
El Gobierno colombiano destacó que Velásquez asumió la Presidencia de Venezuela por designación del Congreso "y cumplió con gran ecuanimidad la alta responsabilidad que le había sido delegada".
"Promovió la integración económica, política, social y cultural durante toda su vida y, muy especialmente, durante su paso por la Presidencia de la República. Siempre le reconoceremos su gran cariño por Colombia", agrega el comunicado.
De la misma forma, Colombia expresa a la familia del ex presidente, al Gobierno y al pueblo de Venezuela "las más sentidas condolencias".




Ramón J. Velásquez, el Presidente de la continuidad

domingo, 1 de junio de 2014

José Gregorio Hernández espera su beatificación



Crónica/ José Gregorio Hernández espera su beatificación
A 95 años de la muerte
del Médico de los Pobres

Jesús Matheus Linares
Del matrimonio formado por Benigno Hernández y Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros nació el día 26 de octubre de 1864 en una comarca trujillana, Isnotú, un niño al que bautizaron como José Gregorio.
       Su padre se dedicaba al comercio y su madre a las labores del hogar. Por línea materna este niño descendía del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros quien fue confesor de la reina Isabel, La Católica, fundador de la universidad de Alcalá y un gran propugnador de la cultura en su época. Por el lado paterno José Gregorio se emparentaba con Francisco LuIs Febres Cordero Muñoz, eminente educador y escritor, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, y correspondiente de la Real Academia de la Lengua Española.
       Su señora madre, una mujer muy devota falleció cuando él tan sólo tenía ocho años pero dejó impregnada en la personalidad del infante una fuerte religiosidad. Al alcanzar la adolescencia se traslada a la ciudad de Trujillo para estudiar el bachillerato en el Colegio Federal de Varones. Su primer maestro, Pedro Celestino Sánchez quien regentaba una escuela privada en Isnotú, notaría muy pronto las habilidades e inteligencia del pequeño, quien le recomendó a su padre, que lo enviara a la capital de la república.
       Con trece años cumplidos JGH llega a Caracas y es inscrito en el colegio Villegas, allí obtiene en 1884 el título de bachiller en Filosofía. Cuenta Guillermo Tell Villegas regente del famoso colegio que José Gregorio era poco dado a jugar con sus compañeros y prefería pasar el tiempo libre en compañía de libros. A corta edad ya conocía a los clásicos y se autoimpuso con mucha disciplina la obtención de una vasta cultura enciclopédica.
       En la UCV
       A los 17 años ingresa a la Universidad Central de Venezuela para estudiar leyes pero el padre conociendo la natural inclinación de su hijo por ayudar a los demás lo anima a emprender la carrera de Medicina, éste lo hace ingresando por Biología. Al graduarse de médico el 29 de junio de 1888, José Gregorio Hernández era reconocido por sus inconmensurables conocimientos. Hablaba inglés, francés, portugués, alemán e italiano y dominaba el latín; era filósofo, músico y tenía además profundos conocimientos de teología. Para cumplir con el requisito académico de ejercer los primeros años en la provincia se traslada por un año a la región andina radicándose en su pueblo natal, Isnotú. El 30 de julio de 1889 regresa a la capital para dar comienzo a una brillante labor científica. Ese mismo año el Presidente de la República, Dr. Juan Pablo Rojas Paúl decide enviarlo a hacer el postgrado en las universidades de París y Berlín con el objetivo de que estudiara teoría y práctica en las especialidades de microscopia, histología normal y patológica, bacteriología y fisiología experimental; para tal fin le fue otorgada una beca de 600 bolívares mensuales.
       Cuando estaba en Europa fallece su padre, quien le deja en herencia algunos bienes que él de manera desprendida decide traspasar por completo a los hijos de su hermana Sofía. Regresa en 1891 para dedicarse a enseñar todo lo que había aprendido por lo que funda algunas importantes cátedras en la Universidad Central de Venezuela y trae el primer microscopio. Su prestigio aumenta cada día más.
       Hermano Marcelo
       En 1907 con 43 años cumplidos y luego de haber prestado importantes servicios a su patria, el Dr. José Gregorio Hernández conversa con el arzobispo de Caracas, el padre Juan Bautista Castro, y decide por su vocación sacerdotal. Viaja a Italia, al convento de la orden de San Bruno en La Cartuja de Farneta cercana al pueblito de Lucca. Fue aceptado bajo el nombre de Hermano Marcelo y le fue asignada una de las celdas donde debía observar rigurosas normas y someter al cuerpo a constantes mortificaciones.
       Entre éstas estaba no comer o beber por días enteros, evitar el contacto con otros seres humanos incluyendo a sus hermanos religiosos, además de soportar temperaturas de varios grados bajo cero, no podía procurarse ninguna forma de calor mientras estuviese en la celda como novicio.
       Todo esto llevó a que el ahora Fray Marcelo, pese a estar espiritualmente motivado a continuar tuviera que desistir pues su salud se vio gravemente comprometida.
       El padre superior D. René, consideró entonces prudente el que Fray Marcelo volviera a ser el seglar José Gregorio Hernández y que regresara por unos años a Venezuela hasta que recuperara totalmente su salud.
       Esta fue la razón, y contra su voluntad, que se vio precisado a dejar los hábitos y a abandonar la Cartuja de Farneta nueve meses después de haber ingresado en ella.
       El Médico de los pobres
       De vuelta en Caracas fue nombrado Jefe del Laboratorio del Hospital Vargas, al final luego de dos nuevos intentos por dedicarse de lleno a la vida monástica tuvo que desistir por su debilidad corporal; decidió entonces llevar una vida simple y en oración al lado de su hermana Isolina y ayudando como médico a sus pacientes más necesitados, era el comienzo del "médico de los pobres".
       El domingo 29 de junio de 1919 cuando se cumplían 31 años de su graduación como Médico Cirujano, un lamentable accidente le quitó la vida.
       Fatídico día
       Aquel domingo 29 de junio de 1919 amaneció de rutina en el número 3 de San Andrés a Desbarrancados, vivienda de la familia Hernández. José Gregorio se levantó a las cinco y como era su costumbre rezó el Ángelus. Al terminar encaminó sus pasos a la vecina iglesia de la Divina Pastora con la intención de oír misa y comulgarse.
       Cercano al Waraira Repano que separa a Caracas del mar, La Pastora era por entonces el lugar preferido de las familias por la tranquilidad y su clima siempre agradable. Por las calles estrechas se oía el armónico paso de las recuas de mulas cargadas de mercancía que los arrieros llevaban al centro de la ciudad y de cuando en cuando pasaba algún tranvía que llevaba pasajeros hasta El Paraíso haciendo escala en la Plaza Bolívar.
       Al salir de misa y aprovechando que era domingo, José Gregorio Hernández se fue a visitar a algunos de sus pacientes en la zona; luego regresó a casa donde su hermana Isolina lo esperaba con el desayuno, metódico como era organizó su consultorio y se fue a pasar revista a otro grupo de pacientes, labor que acometía cuando no tenía que dar clases en la universidad. Al cumplir con cada una de las visitas volvió para tomar un baño y a las 12 en punto del mediodía rezó nuevamente el Ángelus.
       Le fue servido un almuerzo compuesto de sopa, legumbres, arroz y carne que acompañó con un refresco de guanábana, al acabarlo se sentó a reposar en la silla mecedora que tenía para atender a sus pacientes; allí seguramente pensó en el cercano viaje a Curazao que tenía proyectado con su familia. Esa misma tarde ultimaría los detalles con sus hermanos y sobrinos.
       Atender una enferma
       Cerca de las dos llegó alguien para avisarle que una anciana se encontraba gravemente enferma, El doctor tomó su sombrero y con paso apresurado se fue al encuentro con la dama que vivía entre las esquinas de Amadores y Cardones, luego de auscultar a la señora y viendo que era muy pobre decidió ir a comprarle el medicamento que le había recetado, para ello se acercó hasta la farmacia de los Amadores. Al salir con las medicinas para entregarlas a la anciana, el Dr. José Gregorio vio que había un tranvía estacionado justo al lado de la farmacia y apurado como estaba por el estado de la paciente cruzó la calle sin mirar a los lados.
       Angelina Páez quien habitaba en el número 29 de Amadores a Guanábano fue testigo de excepción. Estaba asomada a la ventana de su casa al momento de ocurrir el accidente. En su relato contaría que al momento de ser impactado por el vehículo, José Gregorio exclamó: ¡Virgen Santísima! Y de inmediato cayó contra el poste.

       Como causa de la muerte se señaló fractura en la base del cráneo. El velatorio que en un primer momento la familia decidió realizar en la casa número 57 de Tienda Honda a Puente Trinidad terminó llevándose a afecto en el paraninfo de la Universidad Central de Venezuela donde miles de caraqueños acudieron a rendir sus respetos al querido y admirado médico. Comenzaba un sentimiento nacional por el médico de los pobres.
       Su fama como filántropo y su conocida vocación religiosa quedó para siempre en el sentir del pueblo que le rinde culto y veneración atribuyéndole numerosos milagros ya no sólo en Venezuela sino también en otros países de América Latina.
       Grado de Venerable
       En 1949, hace 64 años, El Vaticano abrió un proceso de canonización y en 1986 le otorgó el grado de Venerable. Sus restos reposan actualmente en la iglesia de la Candelaria donde día a día recibe visitas de numerosos fieles. Recientemente en su visita de Estado al Papa Francisco, el presidente Nicolás Maduro le solicitó a nombre del pueblo venezolano, al Santo Padre, la pronta beatificación de JGH.
       JGH es considerado el impulsor y pionero de la verdadera docencia científica y pedagógica. Coloreó y cultivó microbios e hizo conocer la teoría celular de Virchow. Fisiólogo y biólogo, conocía a fondo la física, la química y las matemáticas. Era músico, filósofo y poeta. Puntual en el cumplimiento de sus deberes de docencia.
       Vivió el carisma y la vida de San Francisco de Asís, reconociendo en el pobre a la persona de Cristo sufriente, a quien sirvió a través de sus pacientes, dando lo mejor de él sin importar altas horas de la noche o condiciones climáticas adversas.