domingo, 22 de febrero de 2015

Comenzó la Fiesta de la Primavera



Comenzó la Fiesta de la Primavera (Chunyun)
¡Un feliz año de la cabra!
-Jesús Matheus Linares-
Finalizó la era del caballo para dar paso a la cabra. El inicio del Año Nuevo Lunar 2015, conocido este 2015 como el Año de la cabra en China y otros países asiáticos, fue celebrado el pasado jueves 19 de febrero. Este año nuevo chino, que también es conocido como el Año de la oveja o del carnero.
Esta celebración del Año Nuevo Lunar 2015, llamada también Fiesta de la Primavera (Chunyun), comienza en el primer día del primer mes lunar y acaba el día 15 cuando se celebra el Festival de los faroles. Y se inicia el año 4.713, según el calendario chino.
En China, y buena parte de Asia, el pasado jueves 19 de febrero acabó el año del caballo y comenzó el año de la cabra, también denominado de la oveja o del carnero. Como el calendario chino se basa en los crecientes de la luna, y no en el gregoriano que rige en Occidente.
La Fiesta de Chun Yun
La Fiesta de la Primavera (Chunyun) se celebra con banquetes familiares donde no faltan el pescado, que simboliza la abundancia que se espera para todo el año, ni las deliciosas tradicionales empanaditas hervidas rellenas de carne, camarón  y verdura.
Y, como no podía ser de otra manera en el país que inventó la pólvora, la cabra es recibida con una estruendosa detonación de petardos y fuegos artificiales, que en esta ocasión han quedado limitados a la noche de fin de año para no agravar con tal humareda la contaminación de Pekín. En otras latitudes, como en Venezuela, donde existe un numerosa colonia china también se realizó esta festividad, particularmente en los estados Carabobo, Aragua y Lara, donde la presencia de la mano trabajadora china es notable.
El Emperador Jade
A diferencia de los signos mensuales del zodiaco, al que estamos acostumbrados en Occidente, el horóscopo chino se divide en ciclos de doce años representados por los animales que, según la leyenda, participaron en la carrera para asistir al banquete organizado por el Emperador de Jade.
Según la tradición china, gracias a su astucia, el primero fue la rata, que engañó al buey al cruzar sobre sus lomos un río y se adelantó así también al tigre, al conejo, al dragón, a la serpiente, al caballo y a la cabra, octavo animal del horóscopo chino. A ella le siguen el mono, el gallo, el perro y el cerdo. Basándose en el «yin» y el «yang» y en los elementos básicos del universo, cada signo está marcado por un ascendente que puede ser de metal (oro), agua, madera, fuego y tierra. El año 2015  para el calendario chino es el 4713 y es regido por la cabra de madera.
Según los astrólogos y maestros del «feng shui», los nacidos bajo tal signo son tímidos, introspectivos, caseros e inseguros, pero también generosos, amables e inteligentes. Unas cualidades que los hacen especialmente compatibles con los conejos, cerdos y caballos. A pesar de ser el octavo animal del horóscopo chino, el número de la suerte en este país, a la cabra no se le atribuyen demasiados valores positivos por culpa de viejas supersticiones.
Bajo estas creencias, muchas embarazadas en avanzado estado de gravidez  optan por adelantar los partos en las semanas previas al año nuevo para que sus hijos nacieran bajo el signo del caballo, más enérgico y brioso.
Para acabar con este estigma, los medios estatales chinos han recordado que la cabra también ha bendecido a importantes personalidades, como Steve Jobs (1955), el Nobel de Literatura Mo Yan (1955), Nicole Kidman (1967), Julia Roberts (1967), Katharine Hepburn (1907), Mark Twain (1835) o Jane Austen (1775).
Mientras algunos adivinos, como el famoso Sherman Tai, vaticinan un año de “obstáculos y extremos” en el que “seguirán aumentando las diferencias entre ricos y pobres, sobre todo en China”, otros, como Lillian Too, ven “grandes oportunidades para hacer dinero y conseguir objetivos” porque la cabra es un signo muy equilibrado.
Para tener buena suerte en 2015, los expertos recomiendan una limpieza profunda de la casa e incluso cambiar los muebles de sitio.
Esta es la festividad más importante de China. Millones de personas se desplazan para celebrar el año nuevo lunar con sus familiares. Las autoridades chinas recibieron dos mil 800 millones de desplazamientos durante las dos semanas anteriores y posteriores a la Fiesta de la Primavera. De ellos, 300 millones de viajes se hicieron en tren, sobre todo por parte de los emigrantes rurales que trabajan en las grandes ciudades y regresan a sus hogares en el campo en sus únicas vacaciones del año. Además, el transporte aéreo contabilizará 47 millones de viajes, ya que cada vez son más los chinos de la emergente clase media que aprovechan sus vacaciones del año nuevo lunar para salir al extranjero.
La ocasión es grata para saludar a toda la colonia china que con nosotros comparte, trabaja y convive, les deseamos un feliz año de la cabra.

La década que pudimos cambiar a Venezuela



2004-2014
La década que pudimos
cambiar a Venezuela

-Jesús Matheus Linares-
La década que va del 2004 al 2014 se recordará como un tiempo perdido, donde pudimos hacer profundos cambios y  transformaciones  en  Venezuela, gracias a la inmensa cantidad de dólares, que según los expertos pasó  en los últimos 12 años los 608 mil millones de dólares en ingresos brutos por exportaciones y en este momento en el Fondo de Estabilización Macroeconómica (Fondem) solamente tenemos 3 millones de dólares, es decir, estamos ante una coyuntura donde los precios del petróleo vuelven a bajar, y no tenemos suficientes ingresos en ese llamado Fondem para poder estabilizar la economía ante el choque petrolero, porque se destruyó el aparato productivo del país. Esa es una verdad incuestionable.
Es necesario que conozcamos cómo hemos logrado sobrevivir con una impunidad y desidia de un Estado, que ha dejado avanzar la inseguridad que agobia y pone en vilo los sueños de paz y tranquilidad de los venezolanos.  Debemos discernir en nuestra historia reciente para poder  avanzar en esta nación de  916 mil 445 kilómetros con 24 entidades federales más la Guayana Esequiba también conocida como  Zona en Reclamación, territorio con una extensión de 159 mil 500 kilómetros que están perdidos en el limbo.  Una labor de patria que estamos llamados a realizar.
La inflación, el desabastecimiento y la devaluación que vivimos el pasado 2014 son quizás la prueba más fehaciente de todo esta década perdida, donde sustituimos la producción nacional por la importación en los puertos, y ahora cuando vemos que este modelo económico no responde ni da soluciones, tenemos la sensación, que seguramente el gobierno golpeará con mayor crueldad nuestra economía en este 2015.
Lo más triste es que con todo el caudal de dinero que ingreso al país, los venezolanos de a pie son aún más pobres. No podemos seguir haciendo demagogia sobre falsos niveles de producción, gestiones endogámicas, persiguiendo enemigos inexistentes, presumiendo  una independencia económica que no existe. Estamos así porque nuestros gobernantes no les importó destruir el aparato productivo; llegamos a una etapa que ya estamos a merced de un gobierno corrupto, enemigo del capital privado. Nosotros nos quedamos comprando baratijas, espejitos y carros chinos. Y ya estamos en la carraplana, el famoso oro negro ahora no nos resolverá los graves problemas que tenemos.
Aunado a la inseguridad personal que ha enlutado a la sociedad venezolana. La violencia es nuestro diario convivir en cualquier barriada venezolana. Los cuerpos de seguridad ya han demostrado su ineficiencia hasta más no poder, y el Estado -representante de la fuerza y la seguridad legalmente constituida- se fue de vacaciones y lo que es peor, el ciudadano siente que apadrinó la mortal impunidad que nos acecha. 
A esta verdad, como un templo, añadimos que los venezolanos perdimos la innovación tecnológica que se ha producido a nivel mundial, en la ciencia y la tecnología. La gestión gubernamental ha hecho que nos ubiquemos entre los últimos países en el desarrollo tecnológico, fuera de la innovación en internet, no participamos en la nanotecnología, en la biogenética, en la big data, en las llamadas “ciudades inteligentes”, en la generación de energía no orgánica, en la invención de vehículos movidos por capsulas de hidrógeno, pero nos empeñamos en ser una sociedad petrolera rentística, dilapidaría.
Recibimos la más grande bonanza petrolera de nuestra historia, y en vez de relacionarla e invertirla a futuro con nuevas universidades, carreteras, servicios, seguridad, salud, electricidad, centros hospitalarios de primera, producción agrícola, tecnología, turismo, desarrollo pecuario, textil, pesca, industria química, el gobierno hizo “sal y agua” ese ingreso.
Todo ese dinero  que entró, está ahora en millonarias cuentas privadas en el exterior para un nuevo selecto grupo que al parecer se benefició con esta lluvia de dólares, donde incluimos a los viajeros alegres. Es preocupante reconocerlo, pero el Socialismo del Siglo XXI, aparte de  profundizar la división en la sociedad venezolana, por la siembra del miedo, de la desconfianza, de la confrontación entre los venezolanos, se convirtió en un socialismo rentista no productivo. Ahí el error.
El siglo XXI comenzó cargado de múltiples sorpresas. Un sistema político en deterioro, un deslave, una nueva carta magna, un nuevo gobierno. Todas las esperanzas puestas en el futuro inmediato. Revisemos en forma sensata que nos pasó, cómo fue que nos perdimos en el camino. A veces es bueno recordar, para no volver a errar, de eso se trata. Ahora vivimos la peor de las crisis, falta de gobernabilidad, desabastecimiento, inseguridad, y todo simplemente, porque hemos perdido los valores éticos como sociedad. Debemos empezar por educar, concientizar al nuevo venezolano del siglo XXI, pero para bien, no para tramposerías, ni vanidades, si no ganarlo para la solidaridad, el trabajo, la tolerancia, la unión y el emprendimiento, la paz social y lo más importante el equilibrio social que nos de bienestar y progreso. No para historicismos marxistas trasnochados, sino para convivir como sociedad civilizada.