martes, 23 de diciembre de 2014

Se murió el viejo Joe



Se murió el viejo Joe
-Jesús Matheus Linares-
Transcurría los comienzos de la década de los 70, cuando en Valera, estado Trujillo, había una fuente de soda muy concurrida por los jóvenes de la época, ubicada en la avenida 10 con calle 10, era “La Cimbali”, donde el viejo Vicente atendía a la pléyade de jóvenes que acudían diariamente a su local. Era el centro de reuniones de esa época, de finales de la guerra de Vietnam, de Ángela Davis, del mundo sicodélico, de los hippies, y de toda la contracultura que generó ese tiempo.
En la rockola del local había unos discos en 45 revoluciones que no cesaban en sonar, “with a little help from my friends”, la inocente y bella composición de los Beatles o “La Carta” interpretada por un cantante británico llamado Joe Cocker. Las publicaciones como la revista argentina “Pelo” lo mostraban con su imagen de tipo enmarañado y descuidado, moviéndose como poseído por un diablo bendito del ritmo. Era la referencia que teníamos en nuestros años de adolescente.
Así era el músico nacido en Sheffield, de origen obrero y que fue fontanero antes que cantante, representó todo el acalorado vaporón de una época de inquietudes y de rebeldía,  que comenzó  en el festival de Woodstock, donde con una canción de los Beatles, “con una pequeña ayuda de mis amigos” comenzó su inmortalización con el Mad Dogs & Englishmen.
Cocker era  dueño de una áspera voz, como salida de  las cavernas, llena de nervio y temple de esclavo.  En sus años de mozo pecó de violento, llevó un desastroso estilo de vida que abrazaba todos los excesos con todo tipo de drogas y alcohol.  Fueron los años maravillosos del cual nunca se arrepintió. Luego de ese largo andar en ese desierto de fantasías sicodélicas, sobrevivió y en los 80 reapareció ya más maduro y nos legó una nueva versión de su boleto de avión, The Letter. Y comenzó una nueva etapa interpretando las bandas sonoras que le llevaron al mayor de los éxitos como las de las taquilleras películas Oficial y caballero con Up where I belong o Nueve semanas y media con You can leave your hat on.
Su esposa Pam fue un apoyo importante. Se casó con la pedagoga en 1987 y vivía desde entonces con ella en un rancho de Colorado, donde sembraba tomates y criaba ovejos. "Me dio la estabilidad que nunca tuve", aseguraba. El 20 de mayo pasado, al cumplir 70 años, había dicho que no pensaba jubilarse y se preparaba para grabar un nuevo disco que iba a salir a la venta el 2015, pero su último disco, fue  "Fire It Up", salió a la venta a finales de 2012.
A las nuevas generaciones solo les quedará la imagen del dandi maduro, como salido de un anuncio de una marca de ropa de lujo, cantando el emotivo You're so beautiful en el homenaje a Diana de Gales, que podemos ver a través de Youtube.
Pero para nosotros que crecimos oyendo las canciones de un Joe Cocker, eléctrico, único quedará su recuerdo y esos años maravillosos que nos tocó vivir, y siempre recordaremos esa canción patrimonio de los Beatles, que lo transformó en nuestro himno de la amistad, “con una pequeña ayuda de mis amigos”. Luego supimos que también recibió a Jesús en su corazón. Gracias, viejo Joe, descansa en paz.
jmateusli@gmail.com

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