Se murió el viejo Joe
-Jesús Matheus Linares-
Transcurría los comienzos de la
década de los 70, cuando en Valera, estado Trujillo, había una fuente de soda
muy concurrida por los jóvenes de la época, ubicada en la avenida 10 con calle
10, era “La Cimbali”, donde el viejo Vicente atendía a la pléyade de jóvenes
que acudían diariamente a su local. Era el centro de reuniones de esa época, de
finales de la guerra de Vietnam, de Ángela Davis, del mundo sicodélico, de los
hippies, y de toda la contracultura que generó ese tiempo.
En la rockola del local había unos
discos en 45 revoluciones que no cesaban en sonar, “with a little help from my
friends”, la inocente y bella composición de los Beatles o “La Carta” interpretada
por un cantante británico llamado Joe Cocker. Las publicaciones como la revista
argentina “Pelo” lo mostraban con su imagen de tipo enmarañado y descuidado,
moviéndose como poseído por un diablo bendito del ritmo. Era la referencia que
teníamos en nuestros años de adolescente.
Así era el músico nacido en
Sheffield, de origen obrero y que fue fontanero antes que cantante, representó todo
el acalorado vaporón de una época de inquietudes y de rebeldía, que comenzó
en el festival de Woodstock, donde con una canción de los Beatles, “con
una pequeña ayuda de mis amigos” comenzó su inmortalización con el Mad Dogs
& Englishmen.
Cocker era dueño de una áspera voz, como salida de las cavernas, llena de nervio y temple de
esclavo. En sus años de mozo pecó de
violento, llevó un desastroso estilo de vida que abrazaba todos los excesos con
todo tipo de drogas y alcohol. Fueron
los años maravillosos del cual nunca se arrepintió. Luego de ese largo andar en
ese desierto de fantasías sicodélicas, sobrevivió y en los 80 reapareció ya más
maduro y nos legó una nueva versión de su boleto de avión, The Letter. Y
comenzó una nueva etapa interpretando las bandas sonoras que le llevaron al
mayor de los éxitos como las de las taquilleras películas Oficial y caballero
con Up where I belong o Nueve semanas y media con You can leave your hat on.
Su esposa Pam fue un apoyo
importante. Se casó con la pedagoga en 1987 y vivía desde entonces con ella en
un rancho de Colorado, donde sembraba tomates y criaba ovejos. "Me dio la
estabilidad que nunca tuve", aseguraba. El 20 de mayo pasado, al cumplir
70 años, había dicho que no pensaba jubilarse y se preparaba para grabar un
nuevo disco que iba a salir a la venta el 2015, pero su último disco, fue "Fire It Up", salió a la venta a
finales de 2012.
A las nuevas generaciones solo
les quedará la imagen del dandi maduro, como salido de un anuncio de una marca
de ropa de lujo, cantando el emotivo You're so beautiful en el homenaje a Diana
de Gales, que podemos ver a través de Youtube.
Pero para nosotros que crecimos
oyendo las canciones de un Joe Cocker, eléctrico, único quedará su recuerdo y
esos años maravillosos que nos tocó vivir, y siempre recordaremos esa canción
patrimonio de los Beatles, que lo transformó en nuestro himno de la amistad,
“con una pequeña ayuda de mis amigos”. Luego supimos que también recibió a
Jesús en su corazón. Gracias, viejo Joe, descansa en paz.
jmateusli@gmail.com
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