Murió el más importante
científico venezolano
Jacinto Convit: un verdadero visionario
humanista
Jesús Matheus Linares
Este lunes, 12 de mayo Venezuela conoció la
triste noticia, de que el doctor Jacinto Convit había fallecido a los 100 años
de edad, poco antes cumplir 101 años. Nació en la caraqueñísima parroquia La
Pastora, el 11 de septiembre de 1913. Era hijo de españoles, su padre de
Barcelona y su madre de las Islas Canarias. Obtuvo su título de Doctor en
Ciencias Médicas de la Universidad Central de Venezuela en 1938 y fue
Investigador Asociado de la Universidad de Columbia, Nueva York, en 1944-45 y
la Case Western Reserve, Ohio, en 1945.
En 1946 se casó con Rafaela Marotta, de Caracas e
italiana de origen, con quien tuvo cuatro hijos de los cuales viven Francisco
Convit, empresario radicado en Caracas, el Dr. Rafael J. Convit, cirujano
plástico en Washington D.C. y el Dr. Antonio Convit, profesor e investigador de
la Universidad de Nueva York en la ciudad de Nueva York. Su hijo Oscar falleció
en 1978 y su esposa en el año 2011.
Convit fue el
encargado de desarrollar dos modelos de vacunación para el control de la lepra
y la leishmaniasis. En 1988 su descubrimiento le valió una nominación para el
premio Nobel de Medicina. En su trayectoria contribuyó a la fundación de varias
instituciones y asociaciones relacionadas con la labor médica, fundó: la
Sociedad Venezolana de Dermatología y Venereología, la Sociedad Venezolana de
Alergología y la Sociedad Venezolana de Salud Pública.
La
Organización Panamericana de la Salud con sede en Washington DC lo designó
"Héroe de la Salud Pública" en 2002, fue un especialista de renombre
mundial en la lepra (enfermedad de Hansen) y enfermedades tropicales. También
fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica
y Técnica en 1987, por su labor en el área médica y científica.
El 28 de
febrero de 2011 asistimos al acto de condecoración con La Legión de Honor, la
más alta distinción honorífica de la República Francesa, en la embajada gala, en
nuestro país, en esa ocasión el embajador de Francia, Jean-Marc Laforêt, dijo: Recordó
que la Legión
de Honor es la más alta distinción honorífica de la República Francesa,
instaurada en 1802 por Napoleón Bonaparte, que recompensa desde su creación los
méritos eminentes prestados a Francia por sus ciudadanos o por importantes
dignatarios extranjeros.
El Embajador
subrayó que la atribución de esta prestigiosa condecoración, altamente
selectiva, recae en una decisión del Presidente de la República Francesa
y significa “la voluntad particular del Gobierno francés de poner de relieve la
trayectoria ejemplar de un gran Venezolano”.
El Embajador
recordó a los presentes los meritos como la importancia del trabajo del doctor
Convit durante su larga y exitosa carrera de investigador, cuyo reconocimiento
internacional resaltó con el descubrimiento de una vacuna curativa contra la
lepra.
También quiso
recordar que “si vencer al prejuicio social fue, de cierta manera, más difícil
que vencer al bacilo”, el trabajo del doctor Convit fue “sumamente importante y
tuvo un papel histórico: su vacuna impidió la difusión del virus y permitió la
no contaminación de los familiares del leproso”.
El diplomático
francés hizo énfasis sobre el carácter de “verdadero visionario” de Jacinto
Convit, quien “conservó durante toda su carrera el entusiasmo intacto por las
causas nobles de la medicina”. Recalcó que el doctor Convit fue galardonado en
2009 con el Premio de la
Fundación Alstom, que recompensó su proyecto de prevención
sanitaria de los indios Warao del Delta del Orinoco, y añadió que el Doctor,
estando a la cabeza del Instituto de Biomedicina, “puso en marcha un
tratamiento inmunológico experimental contra el cáncer” que actualmente se
encuentra en fase de estudio.
Pero más que
todo, el Embajador quiso subrayar que “este gran médico es también un verdadero
humanista”.
En esa ocasión el doctor
Convit nos confesó que era un reconocimiento al país.
---Es un reconocimiento al país que está trabajando.
Hemos podido hacer una correlación para hacer el bien a mucha gente que sufre.
--¿Cómo están los
adelantos de la nueva vacuna?
--Estamos en
una etapa de experimentación pero los resultados son en algunos casos que hemos
trabajado bastante buenos.
--¿Cómo se siente el
doctor Convit con este aporte a la humanidad?
--Me siento
tranquilo, todavía nos falta por continuar en esta etapa, avanzar un poco más.
--¿El hecho de haber sido condecorado con
la legión de honor que significa para usted?
--Esto es un honor para Venezuela
completa porque se ha continuado las labores y se han obtenido algunos
resultados, pero esos resultados tienen que ser reforzado y deben estar
orientados dirigirse a los m débiles, a los que tiene menos posibilidades por
eso tenemos que hacer un esfuerzo adicional.
--¿Cuál es el próximo
escalón en el proceso de sus investigaciones?
Unas de las
cosas que más me entusiasma es que los pueblo tenga las posibilidades, que
ellos van a financiar.
--¿Las próximas etapas
de sus investigaciones cuales serán?
--Yo voy a trabajar
en el cáncer, creo que el cáncer es uno de los más grande problemas que tiene
la humanidad y por lo tanto trabajaremos con pasión, realizaremos todas las
investigaciones posibles para llevar a cabo un trabajo que valga la pena.
--¿Usted
cree qué se requiere de mucho financiamiento para esa investigación?
--Por lo
general el financiamiento es muy pequeño.
--¿Y
a la juventud venezolana qué le dice?
--Le
deseo a la juventud venezolana que se mejore de todo punto de vista, que la
universidad planifique su forma de realizar e introduzca el humanismo como
política.
Para
el doctor Jacinto Convit "uno nunca puede pensar en el futuro si no trae
la historia. La historia enseña mucho, cómo comenzó, cómo se desarrolló. Se
hace camino al andar."
De
esta manera el científico venezolano instó a la juventud venezolana a no
desmayar en los propósitos de vida que se propongan. Hizo un llamado a los
jóvenes a asumir los retos que se plantean.
Citó
como ejemplo su experiencia como médico recién graduado a finales de los años
30, en la Leprosería de Cabo Blanco, en Maiquetía, "lugar espantoso donde
predominaba la miseria y el dolor, fue para mí una escuela de bondad".
"Cuando
estudiante hice una visita a Cabo Blanco. Me impresionó la situación de un
grupo muy grande de pacientes, serían cerca de mil, donde la situación era tan
grave que no tenían ningún tratamiento, estaban execrados, rechazados por una
sociedad profundamente egoísta, incapaz de entender lo que es el dolor humano.
Sentí un gran deseo de trabajar por esa gente, de ver qué podía hacer por
ellos".
Para
Convit con más de 72 años de graduado y 96 años de existencia, "el
prejuicio es el elemento más grave y más difícil de combatir. Creo que no se ha
estudiado a fondo y parece que no es un asunto que resuelva la educación. Como
decía Goethe "ser humano es un deber".
-El
estigma afecta a la sociedad y hace extremadamente difícil el control de la
afección, incide sobre la familia y sobre el enfermo mismo, quien se esconde para
evitar el rechazo. No hay nada que alivie más a un ser humano de su
sufrimiento, que ser liberado de la marca de un estigma, reitera.
Considera
que "los sentimientos de amor hacia el ser humano van a estimular en él la
vocación de servicio, que no es otra cosa que pura y simplemente un profundo
amor a la vida. El que tenga facilidades para amar a los demás, que lo haga con
lo que disponga. Luchar por la felicidad de los demás, sirve para la evolución
de uno como persona. Dedicarse con ahínco a tratar de mejorar la situación del
prójimo es fundamental en la vida."
Para
el descubridor de la vacuna contra la lepra, "lo importante es que la
gente progrese, transforme su forma de vida y tenga lo suficiente para ser
feliz, que tenga salud y educación. La sociedad tiene que comprender que la
salud es la base para el progreso".
Hoy el mundo de la
ciencia está de luto, se nos fue nuestro científico, paz a su alma.
“Que la universidad planifique su forma de realizar e introduzca el
humanismo como política” recomienda el médico venezolano, entrevistado por Jesús Matheus Linares, en la embajada de Francia en marzo del 2011.
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