jueves, 8 de septiembre de 2016

105 Años de la coronación canónica de la Virgen del Valle

Nueva Esparta espera miles de fieles
105 Años de la coronación canónica
de la Virgen del Valle
Jesús Matheus Linares

“Vallita” o Virgen del Valle recibe también el nombre de Virgen de los Marineros


La Festividad de la Virgen del Valle es el mejor homenaje que el pueblo venezolano le realiza a la advocación de la Virgen María, en la Isla de Margarita. El próximo 8 de septiembre nos recuerda los 105 años de la coronación canónica de la Imagen de Nuestra Señora del Valle, Patrona del Oriente venezolano, de los pescadores y de la Armada venezolana.
El 8 de septiembre de 1911, el entonces Obispo de Guayana, Antonio María Duran, por concesión del Papa Pío X, coronó canónicamente la Imagen de Nuestra Señora del Valle, por lo que miles de fieles provenientes de todo el territorio venezolano ya han comenzado a llegar desde este fin de semana a la Isla de Margarita para congregarse en esta fecha para testimoniar su agradecimiento a la Virgen por los favores concedidos

“Fieles provenientes de todo el territorio venezolano ya han comenzado a llegar desde este fin de semana a la Isla de Margarita para congregarse en esta fecha para testimoniar su agradecimiento a la Virgen por los favores concedidos
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Durante varios días los devotos acuden a su santuario ubicado en el Valle del Espíritu Santo, donde la imagen de la Virgen permanece vestida con trajes hechos de telas que los mismos fieles obsequian para la ocasión. Es una oportunidad única para demostrar nuestro fervor mariano.
Nuestra Señora del Valle es una de las advocaciones principales en Venezuela, venerada de modo muy particular por los margariteños. Es una dulce imagen de la Purísima, tal como era representada antiguamente en España, hasta comienzos del siglo XVI. Fue traída alrededor de 1530, al iniciarse la evangelización de Venezuela; por tanto, se trata de una advocación pionera de las devociones marianas en nuestra tierra.

Destrucción de Cubagua

Durante los primeros tiempos de la fundación de Cubagua, sus habitantes encargaron una imagen de la madre de Dios, para colocarla en una de las dos iglesias que había en aquella isla, que representara a la Inmaculada Concepción o Purísima, como entonces se referían a ella los fieles. En aquellos días, la isla de Cubagua sufrió varias destrucciones, que hicieron que los vecinos se trasladaran a Margarita, a la Villa del Espíritu Santo, llevando consigo sus propiedades. En el Valle de Margarita construyeron una ermita para la imagen, y desde entonces empezó a ser llamada Virgen del Valle.

Milagro del Pescador

Los múltiples milagros que se le atribuyen, se cuenta el de un pescador de la isla de Coche, llamado Domingo, quien fue herido en una pierna por la púa de una raya, mientras pescaba ostras en el mar. La herida le ocasionó una úlcera que se gangrenó, y el médico que lo atendió dijo que solo una amputación podría salvarlo. Entonces el enfermo hizo ante la Santísima Virgen del Valle el voto de dedicarle la primera perla que encontrara si le devolvía la salud.
El pescador sanó en poco tiempo, y se lanzó al mar para cumplir su promesa. En ese empeño, sacó de las aguas una concha, y al abrirla apareció una extraña perla con silueta semejante a su pierna, en uno de cuyos lados había una señal a manera de cicatriz, precisamente en el lugar que le correspondía a la herida que había recibido.

Virgen de los Marineros

La Virgen del Valle recibe también el nombre de Virgen de los Marineros, pues ellos le encomiendan sus vidas al zarpar, al igual que, según la historia, también los indios, en la época de la colonización, se encomendaban a ella para soportar los abusos de los españoles.
No deje pasar esta ocasión para unirse al júbilo de todos los fieles y devotos de esta advocación, símbolo de la tradición de fe religiosa en nuestro país. Los esperamos en la Isla de Margarita, desde el pasado 01 de septiembre ya los margariteños están de fiesta con la bajada de la Virgen del Valle, la patrona del oriente venezolano.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Madre Teresa de Calcuta: La Santa de la Misericordia

Madre Teresa de Calcuta:
La Santa de la Misericordia

“Es una santa de nuestro tiempo, para pobres y ricos. Ella demostró que el mal y la miseria que todos tenemos pueden ser perdonados”.

-Jesús Matheus Linares-
Hoy domingo 4 de septiembre será proclamada Santa de la Misericordia, la Madre Teresa de Calcuta, el papa Francisco ha dicho " tendremos la alegría de ver a Madre Teresa proclamada santa”, dijo.
“Este testimonio de misericordia de nuestro tiempo se añade a la innumerable lista de hombres y mujeres que han hecho visible con su santidad el amor de Cristo. Imitemos también nosotros su ejemplo, y pidamos ser instrumentos humildes en las manos de Dios para aliviar el sufrimiento del mundo, y dar la alegría y la esperanza de la resurrección”.
600 periodistas
Hoy más de 600 los periodistas que se han acreditado solo para este evento y más de 150 canales de televisión que lo transmitirán en vivo.
Ya el tapiz con la imagen de la Beata Madre Teresa de Calcuta, el cual se descubrirá cuando sea proclamada santa  fue colocado en la fachada de la Basílica de San Pedro.
En la ceremonia de canonización de la Madre Teresa de Calcuta se espera la asistencia de unas 600.000 personas, llegadas de todo el mundo. También asistirán numerosas personalidades y delegaciones oficiales de la mayor parte de los países.
Sor Patrick es la delegada de la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta, y atiende a los pobres y enfermos en el primer hogar que la Madre Teresa puso en marcha.
En conversación con la prensa, Sor Patrick explicó que “todos podemos ver en la Madre Teresa lo que significa ser santos y tratamos de volvernos uno”.
--La Madre nos ha mostrado que es posible ser santos si abandonamos nuestras vidas completamente a Dios. Así ella se convierte en un ejemplo para el mundo. La santidad es para todos, no para unos pocos”, afirmó.
Sor Patrick trabajó junto a la futura santa durante largos años y vivió de cerca cómo era. “Yo tuve experiencias con la Madre. Una en particular que realmente me tocó fue cuando la Madre entraba a un cuarto donde teníamos reuniones y siempre que llegaba a un lugar tenía una sensibilidad especial para encontrar a los pobres de los más pobres”.

Habla la sucesora

La hermana Mary Prema, segunda sucesora de la beata como superiora de las Misioneras de la Caridad, y el postulador de su causa, P. Brian Kolodiejchuk, revelaron varios detalles de la intensa relación de Madre Teresa con la oración.
Para el padre Kolodiejchuk la Madre Teresa “es una santa de nuestro tiempo, para pobres y ricos. Ella demostró que el mal y la miseria que todos tenemos pueden ser perdonados”.
--Madre Teresa quería que todos nosotros fuésemos cercanos. Puedo muchos encuentros con ella, por ejemplo cuando compartía el mismo dormitorio con nosotras, con todas las hermanas. Ella no se preocupaba de tener una habitación más grande”, rememoró en la conferencia de prensa la hermana Prema.
 “Ha sido siempre muy humilde, aceptaba todo, también aquello que no era fácil de aceptar para nosotras”, añadió.
La Madre Teresa de Calcuta era la primera en llegar a la capilla de su casa cada día a las 5 a.m. para iniciar el día en oración. La Misa diaria y la confesión semanal fueron los elementos básicos de la vida espiritual de la próxima santa.
“En la vida de las religiosas el amor de Jesús era siempre puesto en práctica”. “Durante la oración de la mañana, a las 5 a.m., ella era siempre era la primera en llegar a la capilla para demostrar a Jesús cuánto lo amaba”, explicó Sor Prema.

Novena de la Emergencia

Esta es la “Novena de emergencia” que la Madre Teresa rezaba en apuros
Esta “Novena de emergencia” tenía una cosa en común con las novenas de nueve días e incluso con las de nueve meses: la confianza abogando por la ayuda divina, como hicieron los apóstoles durante nueve días junto con “María, la madre de Jesús, y las mujeres” (Hechos 1:14) a la espera de la ayuda prometida por el Espíritu Santo.
La Madre Teresa utilizaba esta oración constantemente para pedir por la curación de un niño enfermo, antes de conversaciones importantes, cuando los pasaportes desaparecían, para solicitar la ayuda celestial cuando las provisiones se acababan, etc.
El P. Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa de canonización de la Madre Teresa, señaló en una ocasión que la Beata enseñaba que el Memorares “expresa de manera efectiva su confianza en el poder de la intercesión de María como mediadora de todas las gracias”.
“Fluye desde el amor y la confianza que tenía en María; era una forma sencilla de presentarle sus peticiones. La rápida respuesta que recibía era su inspiración para recurrir a la Madre del Cielo cada vez con mayor confianza a través de las palabras del Memorares”, añadió.
La oración es la siguiente:
“Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando Vuestro Socorro, haya sido desamparado por Vos.
Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las Vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos.
Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas ante la necesidad, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén”.


jueves, 1 de septiembre de 2016

Ganar en Democracia

Ganar en Democracia

-Jesús Matheus Linares-
La alternabilidad democrática es el mejor sustento para la consolidación del sistema político de libertades. Los venezolanos ya tenemos 58 años de transitar democrático y no permitiremos que el poder hegemónico de un partido político se perpetúe en el poder.
Lo demostrado este primero de septiembre de 2016 no tiene parangón en la historia política moderna venezolana. Más de un millón y medios de venezolanos, venidos de los más distantes y recónditos destinos marcharon por Caracas, bajaron de los cerros, caminaron desde el Amazonas, para ratificar fehacientemente a la mayoría parlamentaria que ese mismo pueblo se dio el pasados 6 de diciembre de 2015.
Ante las negativas recurrentes del gobierno de Nicolás Maduro y sus operadores políticos (TSJ y CNE) de convocar a un Referendo Revocatorio, para solucionar la grave crisis política y económica que atraviesa el país, los ciudadanos decidieron mediante una demostración contundente, casi épica, reiterar ante el mundo, que los venezolanos quieren vivir en paz, progreso y libertad, y siguiendo la Carta Magna que establece el RR como una solución ante un gobierno maula, salieron a protestar, sin armas, sin hechos de violencia, como aseguraban algunos agoreros del gobierno. Se salió con sentido y espíritu democrático a protestar.
Ya el globo terráqueo se enteró que los venezolanos no quieren que Maduro siga al frente de los destinos de la nación. Mejor aseveración de eso no existe. El tinglado oficial se derrumbó solo con sus mentiras y acólitos que se han beneficiado del erario público en estas casi dos décadas de corrupción y de políticas desatinadas.
Ahora, toca al Consejo Nacional Electoral precisar el cronograma para que el Referendo Revocatorio se haga este mismo año. Seguramente, Maduro oficiará al CNE para que organice cuanto antes esta consulta nacional que ya sabemos, tendrá un resultado favorable para la inmensa mayoría de venezolanos.
Y ese es el juego de la convivencia democrática, la Mesa de la Unidad Democrática realizó su marcha desbordante por toda la ciudad, y el gobierno y sus seguidores también se concentraron en la avenida Bolívar, no como otrora, pero eso sirvió para demostrar al mundo que los venezolanos deseamos vivir en democracia, y es justamente en democracia donde debemos respetar la  opinión de la mayoría, que ya hoy dio su mensaje: queremos un nuevo gobierno. De eso se trata.


  


sábado, 2 de abril de 2016

El fallo irrito del TSJ sobre la reforma de ley del BCV



El fallo irrito del TSJ
sobre la reforma de ley del BCV
--Jesús Matheus Linares-
Según la publicación británica The Economist, el socialismo del siglo XXI consigue igualar a Venezuela, potencia petrolera de América Latina, con Zimbawue  de hace 15 años, donde los estantes de sus abastos estaban como los de nuestro país, hoy día, donde no se consigue leche, arroz, aceite, café, harina pre cocida, desodorante, azúcar, pasta y pare usted de contar. Amén del alto índice inflacionario que hemos visto en los últimos meses por el deterioro considerable del valor de nuestra moneda. Ya el Bolívar no vale nada.
Pese a ello, el gobierno nacional aún sigue desconociendo la decisión adoptada por la mayoría de los venezolanos, cuando el pasado 6 de diciembre decidió elegir una nueva Asamblea Nacional  para adecentar el Estado, y darle el sano rumbo a las instituciones. Fue así como entre “gallos y medianoche” que la anterior legislatura, entre el 15 y 23 de diciembre del 2015, a expensas que ya la oposición había ganado la AN, decidió modificar la Ley del BCV, a fin de evitar que conociéramos los desaguisados que allí se han cometido en estos últimos tiempos.
Entonces, vino la AN y planteó una reforma a esa manida reforma de Ley. La AN busca con esta nueva propuesta devolver la autonomía financiera al BCV, para que dejará de ser la “caja chica” de Miraflores. Y comenzar  adecentar el gasto público, la emisión de billetes sin respaldo en las reservas de oro y a pedir cuenta de todo lo realizado. Sancionada esta reforma la AN la envío al Presidente para  su firma y éste la envío a su vez a la Sala Constitucional del TSJ, que se ha convertido en una suerte de cámara alta de la AN (Senado).
Vino la  decisión del TSJ a la solicitud del presidente Nicolás Maduro quien la había enviado el pasado 17 de marzo a la Sala Constitucional para evaluar la legalidad de la reforma a la ley del BCV hecha por la AN.
Según los magistrados “la ley sancionada por la Asamblea Nacional contraviene lo establecido en el ordinal octavo de la Disposición Transitoria Cuarta de la Carta Magna, por cuanto la reforma pretende atribuirle al Parlamento Nacional competencias para designar, ratificar y remover al Presidente y demás directores del BCV, al margen de los preceptos constitucionales".
“El Máximo Tribunal estima que esta reforma de la Ley del BCV pretende frenar las funciones del Presidente de la República otorgadas por el Decreto de Emergencia Económica, declarada constitucional y vigente por el TSJ desde enero de este año”. Es decir, pretenden justificar su negativa con el cuento del decreto de emergencia económica.
Recordemos que la Constitución de 1999 establece en el “Artículo 318. Las competencias monetarias del Poder Nacional serán ejercidas de manera exclusiva y obligatoria por el Banco Central de Venezuela. El objeto fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria… ”
Y en el siguiente “artículo 319. El Banco Central de Venezuela se regirá por el principio de responsabilidad pública, a cuyo efecto rendirá cuenta de las actuaciones, metas y resultados de sus políticas ante la Asamblea Nacional, de acuerdo con la ley. También rendirá informes periódicos sobre el comportamiento de las variables macroeconómicas del país y sobre los demás asuntos que se le soliciten, e incluirán los análisis que permitan su evaluación. El incumplimiento sin causa justificada del objetivo y de las metas, dará lugar a la remoción del directorio y a sanciones administrativas, de acuerdo con la ley.”
De acuerdo a lo establecido en nuestra Carta Magna, el Ejecutivo Nacional designa o postula al presidente del BCV y el poder legislativo le corresponde autorizar el nombramiento propuesto por el presidente de la República.
Lo que busca esta decisión irrita del TSJ es subordinar el BCV al poder ejecutivo, y precisamente para garantizar la autonomía del organismo emisor, el constituyente estableció un complejo proceso legal que implica la participación de los dos poderes. Eso se vulnera. Estamos según el TSJ, a merced del Ejecutivo y el Legislativo queda pintado en la pared.
Como vemos, lo inconstitucional es “saltarse a la torera” el artículo 320. “El Estado debe promover y defender la estabilidad económica, evitar la vulnerabilidad de la economía y velar por la estabilidad monetaria y de precios, para asegurar el bienestar social” y olvidar que el ministerio responsable de las finanzas y el Banco Central de Venezuela contribuirá a la armonización de la política fiscal con la política monetaria, facilitando el logro de los objetivos macroeconómicos. En el ejercicio de sus funciones el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias.”
Entonces seguiremos arruinando el país. Y aumentado la inflación en forma galopante. Así no se puede devolver la paz y tranquilidad al sufrido pueblo venezolano.

Hoy domingo celebramos la Fiesta de la Misericordia



Hoy domingo celebramos
la Fiesta de la Misericordia
-Jesús Matheus Linares-
La iglesia católica a nivel mundial celebra hoy domingo, 3 de abril, segundo domingo de Pascua, la Fiesta de la Divina Misericordia, que desde el año 2000 cuando fue instituida por San Juan Pablo II, da cumplimiento a la tarea asignada a Santa Faustina el 22 de Febrero de 1931, cuando en una visión Jesús le manifestó “Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia” y que en este año se vivirá con mayor fervor, por estar enmarcada en el Año Santo Jubilar de la Misericordia convocado por el Papa Francisco.
El Papa Francisco ha dicho: "la misericordia cambia el mundo, hace al mundo menos frío y más justo. El rostro de Dios es el rostro de la misericordia, que siempre tiene paciencia. (...) Dios nunca se cansa de perdonarnos. El problema es que nosotros nos cansamos de pedirle perdón. ¡No nos cansemos nunca! Él es el padre amoroso que siempre perdona, que tiene misericordia con todos nosotros".
El mensaje y la devoción a Jesús como la Divina Misericordia está basada en los escritos de la Santa María Faustina Kowalska, una monja polaca sin educación básica que, en obediencia a su director espiritual, escribió un diario de alrededor de 600 páginas que relatan las revelaciones que ella recibió sobre la Misericordia de Dios. Aún antes de su muerte en 1938 se comenzó a esparcir la devoción a la Divina Misericordia.
Según el diario de Santa Faustina, en una de las apariciones místicas que le concedió Jesús, Él dijo sobre esta fiesta "Quien se acerque ese día la Fuente de Vida, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas” (…) Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mí misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión, obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas” (…) Que ningún alma tema acercarse a Mí”.
Pero en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje toma un enfoque poderoso que llama a las personas a un entendimiento más profundo sobre el Amor ilimitado de Dios y la disponibilidad de este Amor a todos – especialmente a los más pecadores.
La Devoción a la Divina Misericordia
Para la devoción a la Divina Misericordia debemos cumplir  una total entrega a Dios como Misericordia. Es una decisión que comprende en confiar completamente en Él, en aceptar su Misericordia con acción de gracias y de ser misericordioso como Él es Misericordioso.
Las prácticas devocionales propuestas en el diario de la Santa Faustina están en completo acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y su raíz están firmemente en los Mensajes de los Evangelios de nuestro Señor Misericordioso. Estos propiamente comprendidos e implementados nos ayudan a crecer como genuinos seguidores de Cristo.
Jesús le dijo a la Hermana Faustina: " Haz lo que esté en tu poder para propagar la Devoción a mi Misericordia y yo supliré cualquier cosa que te falte." Es por ello que luego de que San Juan Pablo II, instituyera oficialmente la indulgencia plenaria (Perdón de los pecados y su remisión) para esta fiesta, quienes cumplan con las condiciones habituales de la confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa Francisco y lo indicado en el “Decreto sobre las indulgencias recibidas en la Fiesta de la Divina Misericordia” la podrán obtener en este día.
En diferentes parroquias, iglesias y capillas de Venezuela se estará realizando la celebración de esta fiesta, que se celebra el primer Domingo después del Domingo de Pascua. Muchas Diócesis y parroquias celebran el Domingo de la Divina Misericordia de diferentes maneras. Algunas tienen una misa durante la hora de las tres de la tarde, "hora de la Misericordia"; otras tienen una Santa Hora de Adoración Eucarística, la cual generalmente incluye la recitación de la coronilla de la Divina Misericordia. La bendición de la imagen de Nuestro Señor Misericordioso y su veneración son con normalmente incluidas como parte de la Misa o de la Hora Santa.
El mensaje de Misericordia es que Dios nos Ama – a todos- no importa cuan grande sean nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos que Su Misericordia es más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza, para que recibamos su Misericordia y la dejemos derramar sobre otros. De tal manera de que todos participemos de Su Gozo.
El ABC de La Misericordia:
A) Pide su Misericordia. Dios quiere que nos acerquemos a Él por medio de la oración constante, arrepentidos de nuestros pecados y pidiéndole que derrame Su Misericordia sobre nosotros y sobre el mundo entero.
B) Sé misericordioso – Dios quiere que recibamos Su Misericordia y que por medio de nosotros se derrame sobre los demás.
C) Confía completamente en Jesús – Dios nos deja saber que las gracias de su Misericordia dependen de nuestra confianza. Mientras más confiemos en Jesús, más recibiremos.

jmateusli@gmail.com


sábado, 27 de febrero de 2016

Valera: dinámica y progresista



Valera: dinámica y progresista

196 años de la ciudad de las 7 colinas: Valera

--Jesús Matheus Linares--


La ciudad de Valera, capital de municipio Valera en el estado Trujillo y primera en importancia en esa entidad federal  el pasado 15 de febrero  llegó a los 196 años de fundada.
De acuerdo a las crónicas históricas, Valera toma su nombre del encomendero Marcos Valera. No se tiene certeza del año de su fundación aunque varios historiadores coinciden al afirmar que fue 15 de febrero de 1820. Otros expresan que fue en 1817 en tierras de propiedad de Doña Mercedes Díaz de Terán y del Dr. Gabriel Briceño.

Lo cierto es que Valera está enclavada al pie de los Andes venezolanos. “La Ciudad de las Siete Colinas”, como es conocida por su geografía, tiene más de 560 mil habitantes y es la más importante del estado Trujillo, debido a su industria y actividad comercial.

El Teatro Libertad, la iglesia San Juan Bautista, El Teatro Ana Enriqueta Terán y el Parque Los Ilustres son algunos de sus atractivos para residentes y viajeros.
 Aunque se dice que Valera nació como ciudad sin fecha definida, su elevación a parroquia el 15 de febrero de 1820 por el Obispo Lasso de la Vega se tiene como una referencia histórica. El Coronel Agustín Codazzi, el geógrafo viajero recorrió todo el estado Trujillo, cita a Valera como una parroquia de Escuque. Se sabe que por la localidad pasó El Libertador, Simón Bolívar, camino a Trujillo para firmar el famoso “Decreto de Guerra a Muerte. Su primer periódico que circuló regularmente fue el Diario de Valera, dirigido por el Dr. José María Colina en el año 1900. El primer registrador Público de la Ciudad fue Fabián Salas.
Su ubicación es privilegiada para su desarrollo comercial e industrial, pues es punto de intersección entre las vías Mérida - Maracaibo - Caracas - San Cristóbal. Por esta razón, la hicieron punto obligado de destino para todo el que buscaba algo, la hicieron “noticia” en el acontecer venezolano.
Valera posee modernas edificaciones comerciales, Ateneo, Hoteles, Avenidas, el Parque de los Ilustres y el Parque Ferial Agropecuario, bautizado con el nombre de sus fundadores. La ciudad moderna extendió sus brazos por los cañaverales La Plata, San Luis y Morón, en la parte Norte. Al sur se eliminaron los cactus y la vegetación rastrera, creándose una elegante urbanización, Las Acacias. Hoy se prepara para su bicentenario en los próximos cuatro años, cuando seguramente Valera valerá. 

Valera: dinámica y progresista (1)


Valera la urbe de doña Mercedes Díaz y Juan Ignacio Montilla, la traigo al recuerdo estos primeros días de enero del 2016, fecha de inicio seguramente de lo que será el siglo XXI de Venezuela, para evocar  aquella ciudad de las siete colinas, “la Roma de América” que ha sido nuestro querido terruño, donde vimos el Sol por primera vez.
Recuerdo el letrero luego al pasar el Puente de la bajada de río, cuando uno venía de Carvajal, que rezaba:”Bienvenidos a Valera, ciudad dinámica y progresista”. Nos encontrábamos con la “pared de la muerte”-como bautizó esa gloria del ciclismo neogranadino Martín Emilio “Cochise” a la subida que existe para llegar a la ciudad, que nos envolvía en la magia del rico olor a café que se producía en la torrefactora del Café Serra. Era un sello de marca de Valera, entrando se huele a café, café del bueno.
Y eso de dinámica y progresista se lo debemos a uno de los mejores burgomaestres que haya conocido Venezuela y particularmente Valera. Don Jacob Senior, el hombre que impulsó la gerencia municipal acorde con los tiempos que vivía la República.
Correteábamos por el Mercado Municipal, en la avenida Bolívar, con calle 12, en esa  estructura que dejó la administración de Juan Vicente Gómez e inaugurada por Eleazar López Contreras y que fue el epicentro comercial durante muchas décadas de nuestro estado. Recuerdo a Pedro Albarrán, el señor Parada, con su puesto de hierbas y otros menjurges, el señor que se colocaba a la entrada de la subida para el segundo piso del mercado y a todo gañote exclamaba: “¡Meta la mano mi niño!” y por  un medio (0,25 céntimos y has una locha 0,12 céntimos) nos vendía la confitería artesanal, caramelos y chupetas cubiertas con papel de celofán.
En la  entrada del mercado quién no saboreaba  un rico pastelito de harina de trigo con su clineja característica y su sabroso relleno de arroz con carne, por una locha y si quería mayor exquisitez estaban los pasteles que costaban un  “real”, en forma de rueda, y con huevo, elaborados entre otras damas del arte culinario, por Rosa Mogollón. Los mondongos donde Catalina o los pastelitos de Rosa Sayago, en la avenida seis.
Para la tertulia intelectual y el ají betijoqueño estaba el centro de la sabiduría bohemia, llamado el Tequendama y para los más exquisitos en el mundo de la política y la actualidad, el Conticinio era el remanso de la vida.
De esa Valera, de entonces, recuerdo la Panadería La Vencedora, con don Juan de Dios Ramírez y Mery Singer,  mis mentores junto al Café de Luis, y con la majestuosidad de una bella dama, venida de lejanas tierras a libanesas, doña Ingini Aguaida, Tienda Aguaida, comercio dedicado a  la venta de ropa. Pablito González con su autobús “El Huerfanito” que hacía dos viajes diarios en la ruta Valera-Timotes-Valera. Adolfo Estrada y su  comercial, con todo para el campo; José Vargas con su bodega, los hermanos Carrizo, Hermes y Noé, con su comercial, don Federico Matheus,  don Diego Hidalgo con su abasto La Democracia. También estaban Ramón Pineda, Teófilo Navas, Chico Ramón Aguilar, Víctor Ruiz, Américo Figueredo, Pradelio Bracho Padrón, Sixto Pineda y don Gregorio Suárez, entre otros que recuerde.
Los que más recuerdo eran “Mis ojitos”, el eterno vendedor de flores en el mercado, que junto a “Chiquito mío” que administraba el billar y venta de cerveza, local que competía con el ABC y el caletero Cleto, que siempre la Policía Municipal se lo llevaban jumo “por sospecha”  eran parte de ese down town valerano.
Don Publio González con su ferretería en la esquina del Mercado, Bernardino con su quincallería. Y un local, que siempre me causó curiosidad por la diversidad de objetos que allí se vendían, desde aceite de tártago o manteca de culebra, era el abasto “Revolución 18 de Octubre”, era la pulpería más surtida de Valera, atendida por Pedro Urquiola. Y desde luego había  dos farmacias importante: la Farmacia san Pedro, con el Dr. Alvarez y Emiliano y la Farmacia José Gregorio Hernández.
Entre las personalidades que recuerdo en esa época estaban el padre Juan de Dios Andrade, el Padre Juárez, el Dr. Jacobo Senior, Pedro Malavé Cols, Luis Mazzarri Montilla, Luis Gonzaga Matheus, Carlos Julio Balza, Guillermo Montilla, Rafael Angel Lujano, Ramón Azuaje, Cornelio Viloria, Raúl Baquero Rivero, Carlos Rumbos, Aura Salas Pisani, Ana Ramona Cabrita, Chepita Paredes, Amado Guerrero, Alberto Maldonado Labastidas, Pedro Pablo Rendón-un día de Valera asistí a un acto al concejo municipal presidido por Hortencio Hernández, y rechazó la condecoración, era muy probo-, don Teódulo Espinoza, el contable más respetado de la ciudad.
Sé qué me dirán, “eran otros tiempos”, pero qué tiempos. Ojalá que a la nueva generación de valeranos siga este ejemplo y en verdad retomemos la idea de ser una ciudad “dinámica y progresista”. ¡Feliz Año Nuevo 2016! a todos mis coterráneos y amigos, que este año la dicha, la paz y la prosperidad inunde nuestras vidas.


Valera: Dinámica y Progresista (2)

Nunca podemos desconocer nuestra historia local, más cuando tenemos una ciudad que ha crecido gracias a la participación de todos sus habitantes, que en forma anónima con su trabajo cotidiano, la han hecho una urbe importante, dinámica y progresista. Con sus aciertos y desaciertos, pero somos una ciudad, que en cuatro años estará cumpliendo su dos siglos de existencia. Será único el Bicentenario de Valera, la ciudad de las siete colinas.
En esta retrospectiva de la Valera “progresista y dinámica”, de los tiempos buenos, donde se trabajaba con esmero, sin ningún ánimo partidista, ni ideológico, ni usurero, donde la palabra era más honorable que un documento,  la justicia era implacable con aquellos que violaban la paz de la gran comarca de Mercedes Díaz de Terán, y  los yerbateros sanaban mejor que cualquier ambulatorio o CDI; teníamos médicos que emulaban a mano Goyo visitando a sus pacientes a sus casas. Las diversiones estaban en los personajes que deambulaban por las calles y en la retreta de la plaza de Bolívar después de la Misa en San Juan Bautista. “El Abuelo”,  “Pan de Leche”, “Pan y Cuca”, “los pica piedras”, que con sus ocurrencias llenaban nuestro diario quehacer valerano. “Ramona”, “Reo” y su léxico muy singular, de terror, con sus palabrotas, “Zancudo”, “Colmillo e Tigre”, el perrocalientero de la avenida 9 con la calle 10, el ciego de los formularios de 5 y 6 y el sitio por preferencia recreacional el Colegio Salesianos y sus canchas de futbol, su centenar de clubes, donde por un pan y guarapo de panela con espaguetis se calaban la misa de 9 am para obtener el permiso de jugar siendo observado por el Director del colegio que atento con micrófono en mano sancionaba a aquellos que infringían en palabras soeces para enviarlos al confesionario y arrepentirse de lo contrario no volverían a jugar en las canchas.
Aquellos que aplicaron justicia: el policía más famoso “alma grande” que correteaba a los malhechores, el mas terrorífico prefecto de Valera, Douglas Valbuena y el más odiado por los estudiantes el mayor Nelson Bravo.  Y los personajes que conocimos a través de los cuentos de la abuela, Natividad,  de mama Omaira y de tantos cronistas sin título que se ufanaban de hablar de la Valera que era feliz y no lo sabía; La Negra Pancha, la prestamista más popular de Valera, era una especie de agencia bancaria a domicilio, caminaba la ciudad de arriba abajo, y siempre el respeto se imponía. Zenaida y sus pasteles en la avenida 4, Evencio Linares, Don Américo Figueredo, Los Billares Vival en la avenida 6 al lado del club proletarios, Luis Montilla, quien organizaba los templetes en la calle 13 entre avenidas 6 y Bolívar, en tiempo de feria, coronando a las eternas reinas del sector “El Llano”, como  Marielena Sánchez e Irma Espinoza, la Escuelita de la Maestra Josefa Berrios donde se ubicaban los camiones de plátanos, al lado del viejo mercado municipal, al lado de la Clínica María Edelmira Araujo, Ramiro y Eleazar Vásquez, Santiago Balza, el florista de los difuntos con sus ramos y coronas, elaboradas por su amadísima señora Guillermina, con flores plásticas y de hojalata, la talabartería del señor Beltrán, Virginia y Beatriz Padilla, Cesarina Briceño y su venta de pollos en el mercado, Patachon, y lugares de recogimiento social como el “Punto Criollo”,  una especie de Estudio 54 de la época, lugares emblemáticos en el Down town valerano como “El Cubanito”, al lado de Foto Zambrano, donde aprendimos del “bigote que retrata, el recordado Rodolfo Zambrano, el fascinante mundo de la comunicación. “La Cimballi” con su rockola y las canciones de Jim Morrrinson, Joe Cocker y Santana, “La Morocota”.
También estaba el hotel Imperial de Plinio Seresin, donde pernoctaban los famosos de la farándula nacional e internacional, como Trino Mora, Nancy Ramos, Henry Stephen, Ivo, Oswaldo Morales, quien vinieron al estadio de Valera a los encuentros que protagonizaban los equipos de artistas “Farándula” y “Guaicaipuro”.
El malogrado motociclista valerano Aldo Nannini, con su CZ, y las tertulias con Paride Vezzani, el comisario de ciclismo de la UCI, amante del calapie, de las conversaciones sobre Belmonte o Fausto Copi o Eddie Merck, el recordado entrenador Roberto Nardini y sus bicicletas,
“la Violeta” el mejor restaurante frente a la panadería La Vencedora, el negocio de los Blanco, Don Atilio Araujo, Atilio González el de la Joyería Mulco, Don Augusto Tonghetti y su puente extraordinaria obre de ingeniería que unió la meseta de Carvajal con Valera, Doña Maximina Contramaestre, Gerónimo Linares, el barbero, Baldovino Medicci, con su corte “yankee”; Gustavo Brillenbourg, propietario de Importadora Valera, donde vimos por primera vez una televisor Motorola y las rockolas que tenían animación. El recordado Charcouse con su librería, donde abundaban los cuadernos Caribe, los lápices mongol y los creyones primascolor. La tienda de Alberto Herrera y la sastrería de Rafa Rojas. La arepera El Recreo, con Mercedes Artigas, entre los que nos recrearon los ratos buenos, de crecimiento, de formación, de amor por esa Valera de siempre, 



Valera: Dinámica y Progresista (3)


Trascurría el año de 1967,  cuando un mozalbete de apenas unos 18 años de edad, se aventuraba en la fascinante carrera del periodismo local. Era Cornelio Viloria, venido de las tierras de la Caña de Azúcar, Motatán, acompañado del “bigote que retrata” Rodolfo Zambrano, hacia sus primeros pinitos en el diario El Tiempo y salían “a patear calle”. En una ocasión ambos recorrieron la ciudad y realizaron un reportaje indicando que había 36 huecos en las calles y avenidas de la urbe de Mercedes Díaz. Jacob Senior para entonces presidente del ayuntamiento valerano, le ripostó que no eran 36 si no 17. Qué de momentos podemos recordar de ese entonces. Una Valera tranquila, con pocos huecos en la calle, cuando era una ciudad sin buhoneros, ni desorden automovilístico, donde todos los parraquianos se saludaban en señal de una buena convivencia. La pulcritud en el manejo de la administración de la Hacienda Municipal en manos de una dama de origen larense, la doctora Lilia Andueza de Aguilar, esposa de Néstor Aguilar, responsable de la Estación de Servicio de El Murachi, que junto a la de Domingo Fiorito, eran las dos gasolineras más importantes de la ciudad. Rafael Beltrán Espinoza, era el burgomaestre de Valera.
De ese tiempo recordamos la Lotería de los Animalitos que trasmitía todas las tardes Radio Valera y que incluso por el andar de las ondas hertzianas llegaba a otras latitudes como Puerto Ordaz, en el estado Bolívar, donde pude comprobar reportes de audiencias. También recordamos el novel periodista Cornelio Viloria prestado a la administración municipal actuaba como Jefe de Liquidación del Concejo Municipal.   
El municipio Valera en la actualidad lo conforman seis parroquias; La Puerta, San Luis, La Beatriz, Mendoza Valle del Momboy , Juan Ignacio Montilla y Mercedes Díaz, dándole el dinamismo a las dos últimas parroquias ya referidas  y que las divide la Avenida Bolívar, de la parroquia Mercedes Díaz.
Podemos destacar nuestra Plaza de Bolívar que en su momento estaba rodeaba por un cercado como protección y que más tarde, cuando este cercado se le quitó a la plaza sirve hasta la actualidad de rejas al Colegio Lazo de la Vega, La llamada Catedral de Valera, por su estilo gótico y majestuoso, pero que en realidad es la Iglesia San Juan Bautista, adornada con sus inmensos vitrales que también fueron mudos testigos de la segunda guerra mundial cuando venían rumbo a estas tierras-esa historia amerita una crónica aparte-, la Prefectura, La policía, la Alcaldía y el Concejo Municipal, el gran hospital Pedro Emilio Carrillo, donde han nacido la mayoría de los valeranos, es allí donde se inicia lo que hoy se conoce como Valera y toda la historia de la donación y demás palabreo, se encuentran cinco de las siete colinas que dan origen a diversos sectores: La Peineta, La Floresta, La Plata, La Marchantica, Morón,  entre otros, 
En esta naciente Valera hubo personas que le dieron dinamismo, entre ellos dos hombres dedicados al servicio de la Iglesia Católica, los sacerdotes Monseñor José Humberto Contreras y el Padre Juan de Dios Andrade, cronista de la ciudad, fundador de la Asociación Venezolana de Periodistas, una excelsa pluma el diarismo de opinión y orador de primera línea,  quienes convencieron a la Señora Salinas que les donara el terreno para construir la Iglesia San José que la dio un impulso para que se desarrollaran los sectores de La Ciénaga, Laso de La Vega, La Floresta, Monseñor José Humberto Contreras a través de pequeños créditos inició la construcción de viviendas que pagaban con modestia, sus habitantes.
De igual forma aparecen los Colegios para señoritas,  regentados por las monjas de la congregación de Santa Ana y las Siervas del Santísimo,”Laso de la Vega” y “Madre María Rafols.”
Podemos destacar un sitio de recreación y  "discreción". Llamado El Culebro Club, culebro por el apodo de su dueño, donde  podíamos encontrar a “Pan de Leche”, los hermanos Negretti, los Carreños, y los Toro, entre otros. Era una Valera de camaradería.
Se destaca la Sociedad San José, que nació como una fundación para dar protección y seguridad a sus miembros a la hora de una eventualidad segura la muerte, una enfermedad y obras de caridad, entre sus miembros fundadores se destaca a Don Rómulo Briceño, Don Luis Valera, Don Luis Vielma, y Adán Linares, mi abuelo, quien llegó de San Lázaro, hijo de Juan Pérez y Rafaela Linares, primero ancló en  las Araujas en Trujillo y de allí a Valera, donde fue un prospero comerciante, ubicándose en la entrada del mercado municipal y más tarde en la esquina de la avenida diez con calle 13, junto con otros grandes comerciantes como Francisco Cardozo, Juan Abreu, Juan Haack.
Uno de los hechos más relevantes era la lotería de animalitos que congregaba la mayoría de los valeranos en el Concejo en su parte trasera por la avenida 12, para escuchar el sorteo y que era trasmitido por José Silinio Pérez, de lunes a viernes por la desaparecida Radio Valera, que pasaba todo el día pronosticando el resultado a través de los sueños de los oyentes, esta lotería dependía de del Consejo Municipal y estuvo bajo la dirección de Rubén Añez y Beltrán Espinoza, y se destacaba entre su personal de selladores a; Eyilda de Brandy (estaba soltera), Josefa Matheus abuela del Presbítero Nelson Matheus, párroco de San Luis y Santa Cruz, Rafaela Linares, mi tía.
La parroquia Mercedes Díaz le dio el dinamismo y el progreso a la Valera que comenzaba a vislumbrarse como una gran ciudad hoy día sumida en el abandono y la desidia por parte de valeranos que no la apreciamos, ojalá las nuevas generaciones encuentren ese espíritu del valerano, orgulloso de sus “siete colinas”. Comenzaba la ciudad a crecer con en los antiguos terrenos de Mario Maya, en La Plata.


Valera: Dinámica y Progresista    (4)

Valera siempre ha sido una ciudad muy dinámica en el mundo cultural. Recordemos a la promotora cultural por excelencia que tuvo la ciudad de las Siete Colinas, la profesor Aura Salas Pisani, que le dio vida y forma al Ateneo de Valera, nuestra principal referencia en el mundo de las bellas artes -hoy venido a menos por la necrofilia ideológica de un pequeño sector-, Pero en los tiempos de Marcos Miliani, quien diseñó la actual estructura,  osé Pepe D´Albenzio, Pedro Malavé Coil, el padre Juan de Dios Andrade, Violeta Nava, el Morocho Francisco González, Marlene González, María Arroyo, Ana Ramona Cabrita, Oscar Portes, Rafael Pinto, Juan Luis Angulo, Ramón Briceño Cherubini,  Silvestre Segovia y tantos otros, no me queda si no recordar la fiebre teatral de la década de los 70.
Esta fiebre teatral comenzó con la Federación de Grupos de Teatros del Estado Trujillo, donde despuntó José Hernández, “Cuchi”  con su grupo teatral “Taconazos” para ese momento, con Samuel Darío Rodríguez, Pedro Bracamonte, Los hermanos Briceño Cherubini, Mauro Rangel Oviol, Freddy Morillo, Reyna Valero, Héctor y Elio Goliat, Tomás Méndez, Gustavo Villegas, Rufino Suárez, Sally Méndez,  entre otros  que comenzaron a llenar la ciudad de teatro.
También un sacerdote dinámico y progresista como la ciudad, venido de la madre patria España, comenzó a bregar unos terrenos de  Adagro en el Barrio El Milagro y comenzó con su laborar pastoral para impulsar esa popular zona valerana, fundad como urbanismo en  un “Barrio a juro” en la época del 18 de octubre de 1945, cuando sucumbió el gobierno del general Isaías Medina Angarita  y esa extensa zona comenzó a poblarse con familias que emigraron de los municipios altos del estado Trujillo.
Así comenzó su labor el padre Félix Serrano, fundando una escuelita, con tres grados (1°,2° y 3°) para escolarizar la muchachada del sector. Paralelo a esa labor pedagógica, el padre Serrano, popular en la ciudad por andar a bordo de su moto vespa, comenzó a finales de la década de los 60, la construcción de lo que hoy es la Iglesia Jesús Obrero, ayudado por los señores de la comunidad, José Octavio Núñez, Pedro Ramírez, Julio Rodríguez, Alí Ávila, el señor Luque, los habitantes de la calle 8, los Morillo, entre otros que recordamos. L a inauguración de la Iglesia fue en el año 1971. 
Aquí mención aparte de Reynaldo Villegas con su famosa burriquita que animaba las fiestas patronales  de La Milagrosa, en la recién Iglesia de Jesús Obrero en El Milagro. De esa época recordamos a los jóvenes emprendedores, fundadores de esas  populosas fiestas en Valera, Freddy Leal, “Chelano” Leal, Jesús Blanco, Rafael Rojo, Rafael Núñez, integrantes del grupo juvenil Revelación 74.  Y por supuesto, la maestra Nicanora en el Grupo Escolar “Pascual Ignacio Villasmil en Bella Vista. Una Valera de re cuerdos, de sueños y de afabilidad. 

Valera: Dinámica y Progresista (5)

Retomando el titulo de dinámica y progresista que en otrora se le diera a la urbe de las siete colinas, creo intuir que Jacob Senior, -el mejor burgomaestre que ha tenido Valera-  se refería a quienes le damos movimiento a la ciudad, en aquella metrópolis que en sus inicios todos éramos vecinos y nos saludábamos con hidalguía y respeto.

Valera cuenta con un sin fin de cronistas que da gusto sentarse a escuchar sus historias, que no es otra cosa que el aporte de lo realizado en este tiempo y espacio a través de la historia de sus vidas, su cotidianidad en nuestra comarca, originándose con el devenir o el paso de tantos que al dirigirse a otras latitudes se quedaron a apostar por el futuro, tal es el caso de Jesús Alberto Acosta, el maracucho, prospero comerciante, quien llegó de tierras zulianas, por la década del 50 y se ubicó en el Mercado Municipal con un puesto de víveres y más tarde en el restaurante La Violeta, frente a la recordada Panadería la Vencedora-donde crecimos- en la Avenida 7 (hoy avenida Bolívar), acompañado por su esposa, una chejendina que conoció en Bachaquero y que recién había enviudado, Amelia Rosa Berrios, con quien procreo seis hijos: Jesús Alberto, Luis Enrique, Cesar, Ali, Emiro y Amelia Claret, anexándoles las dos mayores: Rosa y Olga.

En esta oportunidad, dentro de ese dinamismo vamos a referirnos de los hijos del Maracucho y Amelia, a Luis Enrique , archiconocido como “Tato”.

“Tato”, vio la luz en la calle 16, en el año 1952, año de la dictadura perezjimenista, año de la muerte de Leonardo Ruíz Pineda y de la elección del trujillano más ilustre del siglo XX, don Mario Briceño Iragorry  al Congreso de la República, en esas elecciones parlamentarias que ganó URD pero tras el desconocimiento de los resultados adversos a la Junta Militar de Gobierno, don Mario se asiló en la embajada de Brasil, luego se marchó al exilio en Costa Rica en 1953 y después en Madrid donde murió en 1958.

 Pero en Valera, “Tato” llegaba al mundo, de manos de una comadrona o partera, de esa calle 16, cuando era una vecindad con carretera de tierra y barro, había una fuente de agua o pluma publica donde se tomaba el agua para poder surtir las viviendas del preciado líquido. Su papá hizo una tubería anexa hasta su casa y su familia eran de los pocos que gozaban con el servicio, no había cloacas, solamente existía tres accesos por el Cementerio, el Callejón Salinas “el quemador”, y una barra, donde se disfrutaba de cervezas. También mas allá subiendo por sector de “La Floresta” estaba “el Arco Iris”, una aposento de lujuria y alcohol, con meretrices –al cual abordaremos en otra crónica- que formaban parte de la historia local.

“Tato” fue uno de los primeros pregoneros de periódico, tenía nueve años, de lunes a sábados, si vendía, cada día 30 ejemplares se ganaba 3 bolívares y  los domingos 4 bolívares porque se vendían las revistas Élite, Momento, entre otras.

Tato, es el curioso más destacado, referencia marcada en la Valera de ayer y de hoy, quién no lo conoce, quién no se consultó y se consulta, quién no sabía que él era “el loco o valiente” que construyó a las afueras de Valera, una de las primeras quintas de la urbanización del “Gianni”, donde vive hace 40 años, que desde muy niño comenzó a trabajar para disfrutar de su esfuerzo. Allí comenzó en su nueva etapa, junto al recordado Luis Vagnoni, que tenía el Auto Cine y el Auto Rancho, el Bowling y la Discoteca.

Él, es referencia de esa calle 16, recuerda a Benita Rivas y su puesto de periódico en la encrucijada del cementerio, a las Peñaloza: Luisa Nelly, Ilsa, las arepas de Eloína y de Paz, las cotizas de José del Carmen, que pagaba bs 2,30 por las grandes y 1,00 por las pequeñas, a quien les tejían las capelladas, del señor Melecio Rivera, Petronila, la de las Cabras, de los Camacho, de Hercilia Paredes, quien recogía todas las información e iba a la fuente, de los callejones: Briceño, Damasco, Salinas, donde se rentaban pequeñas viviendas y se compartía, en algunas ocasiones el baño y la cocina, de Betty quien fue estropeada por un carro y quedó con problemas mentales, de Doña Elsa Salinas, quien fue la que donó el terreno para que construyera la Iglesia San José, de cuando la entrada por la avenida 10 no existía y había que dar la vuelta o adentrarse por el cerro, encontrándose la casas de Los Vergara, de los González, -quienes en su mayoría murieron electrocutados- y de Adhemar Pérez,

Tato recuerda el camión Plymouth de su papá, de su trabajo con el abogado Rincón Lozada, donde conoció a “La Gata”, quien se encontraba en “el Arco Iris” con .Antonio (El Bagre) Molina, cuando lo mataron, de Ramón (El Loco) Toro, de “Pildorín y sus sueños de beisbolista, le conocí jugando más de  una vez en el estadio Mario Urdaneta Araujo, en El Milagro con el uniforme de “Proletarios” y era un excelente lanzador.

De sus tantos trabajos recuerda el de la peluquería, con Gabriela, Con Clara Gemmato, con Noel Herrera y su Salón el Parisino y como a los 16 años comenzó a leer la buenaventura o desesperanza, a atraer o rechazar la malo y lo bueno a los valeranos y foráneos, a través del humo del tabaco o de las cartas, ya en eso lleva casi cuarenta años .
De los personajes asociales, recuerda a Ernesto, al “Chicuelo”........Pero se podía vivir en esa Valera, con precariedad pero teniendo en cuenta que podíamos ver un futuro promisorio.

Era la Valera que se compraba con tres bolívares y sobraba: 1/2 kilo de arroz 0,50 céntimo, cebolla 12/1/2 una locha,1 kilo de yuca 0,25, 0,25 de queso y una Orange crush o grappe 0,25 las gaseosas de nuestra infancia. En la cantina de nuestro Grupo Escolar “Eloísa Fonseca” mi hermana Beatriz y yo comprábamos con un bolívar, cuatro tequeños (a locha) y dos refrescos (0,50) un real.


Valera: Dinámica y Progresista (6)

Valera, la urbe de Mercedes Díaz, Juan Ignacio Montilla y de nosotros, encierra un diverso número de lugares y recodos que le dieron poco a poco ese aire de ciudad que hoy día pregona y que han maltratado con su olvido y desidia los gobernantes.
Por eso, como nos recuerda ese zuliano hecho trujillano, y valerano por más de 50 años, el buen amigo Rixio Chacín: “Si todos trabajamos cuantas cosas hermosas existirían, una buena familia, una buena sociedad, un gran país,”
De allí que recordemos uno de esos lugares que se sitúa en una de  las 7 colinas que rodea la gran comarca: El Cerro la Pollera, La colina la Concepción o que como la quieren bautizar ahora en revolución el Cerro tricolor.
Corría el año 1940 y veía la luz en el viejo hospital de “Nuestra Señora de la Paz”, el pintor ingenuo Héctor Briceño, hijo de Delia Briceño que aparte de ejercer los oficios del hogar, cargaba latas de agua por una locha (12 1/2 céntimos) y que llenaban una pipa por tres reales, lavaba ropa en casas de familia y a “las chicas famosas” de la calle Vargas, cuenta el señor Héctor que más o menos habían 30 familias habitando la colina, eran tiempos inmemoriales, de respeto, disciplina, obediencia, pero sobre todo seguridad, donde se adentraban por caminos de tierra, el entretenimiento o parque de diversión estaba en la Plaza Sucre o San Pedro con sus columpios, donde a los policías se les llamaba por el número de su gorra, lo contrario les molestaba, al lado del cerro La Concepción estaba el cerro de La Cruz, con ”los tres pocitos” sitio de esparcimiento donde se decía había un entierro de oro, también las mujeres iban al rió en la peña del muerto (bajada del rió) a lavar y la gente mayor se le trataba con respeto lo contrario sería objeto de severos castigos por su progenitora.
Héctor con los años de la experiencia vivida y curtida en su rostro cuenta que no fue a la escuela a los siete años por no tener cotizas pero eso no lo amilano, hacia mandados, ayudante de cualquier oficio, hasta que descubrió su verdadera vocación la pintura y el respaldo de su mentor, el doctor Arandia, quien le facilitaba las cartulinas y los colores y del señor Carrandiel, dueño de una línea de transporte que competía con la Tica y la RC...
El amigo Briceño recuerda a Juan Contreras, Juan de la Cruz, Primo Rojo, los “mata cabras” que vendían la carne y el queso por tres reales, los Pabón, quienes vendían las hallacas a locha, Carmen Peña y María la Cruz, las comadronas, al Mocho Berrios que junto con el vendían los periódicos “El Morrocoy Azul”, “El Cocoliso”, “La Esfera”, “Diario de Occidente” a 0,25 y las “Selecciones” a 3 bolívares. A los veinte años sirvió en el Ejército venezolano, y fue plaza en la guarnición del estado Carabobo, cuando regreso a los cuatro años contrajo nupcias con Marta Moreno. Ha expuesto su obra en bienales en la ULA, en el Museo Salvador Valero, en las Salas de Merenap, entre otras, recuerda con gran orgullo que en una colectiva unos señores peruanos le compraron un cuadro para obsequiarlo al doctor Rafael Caldera y que llevaba por nombre “Calle real de Valera” y que Carlos Contramaestre lo visitaba y en su pinacoteca tiene un cuadro suyo llamado “la Agonía de Cristo”, tiene muchos reconocimientos pero ayuda nada.
Actualmente vive en la Avenida 4, dice que el pasado fue mejor, había valores y la inocencia estaba a flor de piel, ríe con nostalgia cuando de niño hacia mandados y le pagaban con una arepa rellena o un cobre (centavo-puya) amarillo y lo guardaba creyendo que era una morocota, de los caramelos melcochados con ajonjolí de King Kong. De la calle Vargas recuerda los mandados que le hacía a las llamadas "bandoleras" que recibían por cinco bolívares sus "consultas" y que el gobierno de Pérez Jiménez acabó con esa zona de tolerancia que iba desde la estación de gasolina del Punto de Mérida, actualmente hasta lo que se conoció como Punto Criollo y hoy es “El Jarrón.  De esa época recuerda el silbato que se sonaba a partir de las 8:30 de la noche hasta las 10:00pm, siendo el ultimo a las 11:00pm., de lo contrario “la Wilson” (patrulla) los llevaba a pasar la noche en la casa de corredores o “Chirola”, cuenta que a Manuel “La Puerca”, quien le robó una marrana a una vecina de su mama y lo encontró el gobierno por la calle 8, en el cerro, con el animal ya listo para vender. Lo pasearon por toda la calle con el animal en su cuello hasta la Seguridad Nacional, que quedaba, frente a la Sociedad San José.
Refiere que “de la ley, estaba la Criminología, la SN y los policías se vestían al mejor estilo de Pancho Villa con rolo”, en las 52 casas había una escalera para ir a la bajada del rió y el viaducto se construyó en democracia.....tiempos aquellos”.
Aunado a este relato tenemos el de la señora María Matheus, nacida en el cerro “La Pollera” de manos de su madrina y comadrona del lugar Carmen Peña, hija de Ernestina Pérez y Salvador Matheus, quienes procrearon una vasta familia: Carmen, María, Alberto, Trina Carlos, Gloria y Alfonso, Ernestina eterna trabajadora de la cocina en el colegio Santo Tomas de Aquino (Salesiano) y Salvador comerciante, cuenta que para el año 50 el cerro era un caserío, que se divide hoy día en sectores, pero antes se les denominaba como el “Filo de Los Villareales”, “Hoyo Caliente”, donde ocurrieron una serie de anécdotas, donde los vecinos fueron testigos cuando el pleito de dos comadres que pasaban todo el tiempo en disputa y una noche cuando esperaban llenar sus latas de agua en la única “pluma de agua” que había,  siendo las doce de la noche como marcaban las campanadas de la Iglesia San Juan Bautista, vieron salir de un baño público que todos utilizaban, y que era una letrina, una luz amarilla que iba tomando fuerza con un olor a azufre, llenándose de pánico se abrazaron se pidieron perdón y elevaron una oración, reconciliándose para siempre, o la mujer vestida de blanco con el pelo hacia adelante que también vio uno de los González allí mismo.
La señora María habla de la camaradería de todos, recuerda al “Churria”, Elvira, “Loro Careto” que vendía hallacas y bolsas de papel, Blanca González, Matilde, Juana, Valentín, que se dedicaba a los oficios de limpiar zapatos y los juegos para el entretenimiento eran elevar volantines (papagayos), jugar a “la guama” y los días de San Juan llegarse hasta “los tres pocitos” y bajar a la sabanita en el cañón de la Beatriz, hacer “curruchete”, y en el cerro de la Cruz, donde está la cruz de la misión, esperar los dos de mayo, para que el señor Leopoldo Sifuentes (“Polito e’ Leche”)  pasará el encendedor y se iluminara la Cruz, que era referencia en la gran comarca, la escuela que fue instalada en el año 1974, era apenas un salón donde se impartía 1o y 2o grado, actualmente es un núcleo de educación rural y se da hasta el 3er grado, recuerda a Eulalia, a Agapito que fue boxeador, junto a Antonio Arellano y Facundo Hernández, al Señor Sulbarán, papa de Borrador, que perifoneaba todos los eventos que se hacían en el cerro y donde las reinas eran Gregoria/(Goyita) Meza, hija de Miguel Meza y Rosa Araujo, hija de Roberto Araujo, del señor Antonio Abreu, músico de la banda municipal y de Herminia, trabajadora en Obras Publicas, de Francisco Moreno, que era fotógrafo y que en algunas festividades como el carnaval se vestía de torero y emulaba a cualquier Manolete o Cesar Girón, dando faenas a lo largo de la avenida 4 desde la calle 12 hasta la 11, todo un espectáculo....Valera una ciudad para rescatar  nuestros valores, vamos a quererla un poco mas.(continuará)




Valera: La ciudad de las Siete Colinas

Avenida Bolívar de Valera

Avenida Bolívar centro (calle 12)

Con Pepe DÁlbenzio,la profesora Aura Salas Pisani y Jesús Matheus Linares
Iglesia San Juan Bautista frente a la Plaza Bolívar de Valera