Hoy domingo celebramos
la Fiesta de la Misericordia
-Jesús Matheus Linares-
La
iglesia católica a nivel mundial celebra hoy domingo, 3 de abril, segundo
domingo de Pascua, la Fiesta de la Divina Misericordia, que desde el año 2000
cuando fue instituida por San Juan Pablo II, da cumplimiento a la tarea
asignada a Santa Faustina el 22 de Febrero de 1931, cuando en una visión Jesús
le manifestó “Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia” y que en este año
se vivirá con mayor fervor, por estar enmarcada en el Año Santo Jubilar de la
Misericordia convocado por el Papa Francisco.
El
Papa Francisco ha dicho: "la misericordia cambia el mundo, hace
al mundo menos frío y más justo. El rostro de Dios es el rostro de la
misericordia, que
siempre tiene paciencia. (...) Dios nunca se cansa de perdonarnos. El problema es
que nosotros nos cansamos de pedirle perdón. ¡No nos cansemos nunca! Él es el
padre amoroso que siempre perdona, que tiene misericordia con todos
nosotros".
El
mensaje y la devoción a Jesús como la Divina Misericordia está basada en los
escritos de la Santa María Faustina Kowalska, una monja polaca sin educación
básica que, en obediencia a su director espiritual, escribió un diario de
alrededor de 600 páginas que relatan las revelaciones que ella recibió sobre la
Misericordia de Dios. Aún antes de su muerte en 1938 se comenzó a esparcir la
devoción a la Divina Misericordia.
Según
el diario de Santa Faustina, en una de las apariciones místicas que le concedió
Jesús, Él dijo sobre esta fiesta "Quien se acerque ese día la Fuente de
Vida, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas” (…) Ese día están
abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre
las almas que se acercan al manantial de Mí misericordia. El alma que se
confiese y reciba la Santa Comunión, obtendrá el perdón total de las culpas y
de las penas” (…) Que ningún alma tema acercarse a Mí”.
Pero
en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje toma un enfoque poderoso
que llama a las personas a un entendimiento más profundo sobre el Amor
ilimitado de Dios y la disponibilidad de este Amor a todos – especialmente a
los más pecadores.
La Devoción a la
Divina Misericordia
Para
la devoción a la Divina Misericordia debemos cumplir una total entrega a Dios como Misericordia. Es
una decisión que comprende en confiar completamente en Él, en aceptar su
Misericordia con acción de gracias y de ser misericordioso como Él es
Misericordioso.
Las
prácticas devocionales propuestas en el diario de la Santa Faustina están en
completo acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y su raíz están firmemente en
los Mensajes de los Evangelios de nuestro Señor Misericordioso. Estos
propiamente comprendidos e implementados nos ayudan a crecer como genuinos
seguidores de Cristo.
Jesús le dijo a la Hermana Faustina:
" Haz lo que esté en tu poder para propagar la Devoción a mi Misericordia y yo supliré cualquier
cosa que te falte."
Es por ello que luego de que San Juan Pablo II, instituyera oficialmente la
indulgencia plenaria (Perdón de los pecados y su remisión) para esta fiesta,
quienes cumplan con las condiciones habituales de la confesión sacramental,
comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa Francisco y lo
indicado en el “Decreto sobre las indulgencias recibidas en la Fiesta de la
Divina Misericordia” la podrán obtener en este día.
En
diferentes parroquias, iglesias y capillas de Venezuela se estará realizando la
celebración de esta fiesta, que se celebra el primer Domingo después
del Domingo de Pascua.
Muchas Diócesis y parroquias celebran el Domingo de la Divina Misericordia de
diferentes maneras. Algunas tienen una misa durante la hora de las tres de la
tarde, "hora de la Misericordia"; otras tienen una Santa Hora de
Adoración Eucarística, la cual generalmente incluye la recitación de la
coronilla de la Divina Misericordia. La bendición de la imagen de Nuestro Señor
Misericordioso y su veneración son con normalmente incluidas como parte de la
Misa o de la Hora Santa.
El mensaje de Misericordia es que
Dios nos Ama – a todos- no importa cuan grande sean nuestras faltas. Él quiere
que reconozcamos que Su Misericordia es más grande que nuestros pecados, para
que nos acerquemos a Él con confianza, para que recibamos su Misericordia y la
dejemos derramar sobre otros. De tal manera de que todos participemos de Su
Gozo.
El ABC de La
Misericordia:
A) Pide su Misericordia. Dios quiere
que nos acerquemos a Él por medio de la oración constante, arrepentidos de
nuestros pecados y pidiéndole que derrame Su Misericordia sobre nosotros y
sobre el mundo entero.
B) Sé misericordioso – Dios quiere
que recibamos Su Misericordia y que por medio de nosotros se derrame sobre los
demás.
C) Confía completamente en Jesús –
Dios nos deja saber que las gracias de su Misericordia dependen de nuestra
confianza. Mientras más confiemos
en Jesús, más recibiremos.
jmateusli@gmail.com
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