uranio momoy: Chejendé: en las alturas de las montañas trujillanas

Chejendé: en las alturas de las montañas trujillanas

-Jesús Matheus Linares-

Con una población cercana a los seis mil habitantes, Chejendé es la capital del municipio Calendaria. Es un pueblo andino que cuenta con hermosos ríos y montañas. Está ubicado al Noreste del estado Trujillo, es profundamente religioso. Cuenta con buenas vías de comunicación y transporte.

A 4 kilómetros, viniendo de Los Silos de Monay, cuando uno dejas la carretera Lara-Zulia y comienza a transitar por el estado Trujillo, hay un desvío que dice "Chejendé - Mitón", la carretera tiene tramos recién asfaltados, son básicamente tramos escarpados pero en un muy buen estado. Es reconfortable recorrer esta vía. Lo bucólico y sereno del paisaje lo hacen encontrar la naturaleza. El pueblo está a escasos 8 kilómetros como en la cúspide de la montaña.

Chejendé, como en casi todo el estado Trujillo, fue habitado por los Cuicas, dándole nombre a varias poblaciones actuales como Motatán, Boconó, Carache y otros. Chejendé proviene del nombre del grupo aborigen que habitaba la zona. También parece ser el nombre de uno de los caciques que según cuenta don Tulio Chiossone, citando a Mario Briceño Perozo. “Chejendé o Chevendé era el cacique que operaba en las encomiendas del Valle de Niquitao, para la primera mitad del siglo XVIII”.

Este personaje había adoptado el nombre cristiano de Bartolomé de Los Ángeles, según documentos de 1733. Y de nuevo, el historiador Tulio Chiossone, citando ahora a Amílcar Fonseca, dice que Chejendé viene de chja-gembe, que significa "maíz-dos", en el dialecto cuica de la región, versión refrendada por don Mario Briceño Perozo. La zona es un gran yacimiento paleontológico, una de las cosas más interesantes que posee son los yacimientos fósiles los cuales se encuentran en el sector "el filo" vía que conduce hacia el caserío Bitubú, los cuales datan de la era del cretácico y representando una muestra de la historia de la comunidad.

Cuando uno llega a Chejendé lo primero que destaca es la plaza Bolívar, muy bien conservada y con jardines hermosos. La Iglesia en honor a Nuestra Señora de La Candelaria está algo retirada de la plaza, tiene un estilo colonial. En la pared frontal del templo hay una placa que dice "En el primer centenario de la fundación de la parroquia Nuestra Señora de La Candelaria de Chejendé. La Comunidad Parroquial. Año 1874-1974".

Casi todas las calles del poblado son empinadas. Y la mayoría de sus casas recuerdan la colonia, pero con sus techos de zinc. Existen pequeñas bodegas, donde los lugareños reciben como afabilidad a los turistas.

La carretera que sigue hasta el pueblo de Mitón está también en buen estado aunque algo estrecha, se pasa por el caserío de San Felipe y se pueden observar paisajes extraordinarios y una vegetación exuberante a lo largo de la vía.

Chejendé está a 66 kilómetros de Valera y tiene como base la agricultura y un creciente turismo. Las mayores ventas son de verduras y productos agrícolas, también en el turismo, se puede disfrutar tranquilidad en las varias posadas del municipio, con también diversos paisajes tipo llano-andino. Vale la pena recorrer este pedazo de tierra trujillana y descubrir un pasado que también nos pertenece. Le invito a disfrutar de la aventura de conocer Chejendé.