sábado, 20 de junio de 2015

El Paraíso de Chabasquén



“El Paraíso de Chabasquén”
-Jesús Matheus Linares-

Entre el estado Trujillo y el estado Portuguesa existe una bucólica zona que se conoce como Chubasqueen, donde cuenta el cronista que la luz y el verde fresco en varias tonalidades se adueña del paisaje y una raza pujante, extracto de un pueblo noble y trabajador sueña, labora y crea.
 Chabasquén, Capital del Municipio José Vicente de Unda, del Estado Portuguesa, por su conformación geográfica, clima Moderado, bellos y singulares rincones naturales y una perenne neblina a lo largo de la carretera que lo comunica con Biscocuy, constituye campo abonado para la expresión artística.
Los indios “chabas”, según la tradición, nunca abandonaron el alto de las montañas al norte del actual estado Portuguesa. Durante los primeros siglos, hispanos venían desde los Humocaros y El Tocuyo, los primeros pobladores españoles, llegaron,  inspeccionaron y se quedaron en estas tierras de la alta montaña. De tanto venir a tomar los buenos aires del Guaramacal, cerca de Boconó, terminaron formando nueva población.
Chabasquén se caracteriza por su cultura al Cafeto, cuyo aroma recibe al visitante a kilómetros antes de penetrar en sus tierras fértiles. Es, podríamos aseverar, un pueblo caficultor, que junto a comunidades, de ornato inconfundible,  está bendecida por sus bellas mujeres y hombres de extrema caballerosidad y bohonomía,  El Paraíso de Chabasquén, arriba el 19 de Diciembre a 248 años de haber sido fundado por el Corregidor Español Capitán José Antonio Rodríguez y Tamayo, de acuerdo a su acta de nacimiento. Es el pueblo de Chabasquén, con su esencia aborigen de etnia Gayón o Joyones como les ha llamado la etnolingüística.  
De acuerdo al profesor Julio Rafael Mendoza, con la llegada del Obispo Martí a estas tierras del también llamado Valle de Chabasquén, Jurisdicción del cantón Tocuyo, Provincia de Venezuela, es creada la Parroquia Eclesiástica con fecha 26 de Junio de 1780, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, desde entonces Patrona de Chabasquén.    
El Paraíso de Chabasquén según apunta la crónica de don Ángel de Altolaguirre y Dubale (1767 – 1768), en la publicación de la Real Sociedad Geográfica Española “Relaciones Geográficas de la Gobernación de Venezuela”, al referirse a la jurisdicción del Tocuyo, señala la nota fechada 4 de noviembre de 1768, donde el Cronista Diego Hurtado de Mendoza en comunicación oficial para el Gobernador y Capitán General de Venezuela, le refiere la existencia geográfica que señala hacia el norte del Tocuyo el valle de Curarigua y en la misma línea el valle de Quibor, hacia el sur el valle de Chabasquén.   Al referirse a este valle da por descontado la presencia de aborígenes y de colones españoles establecidos, cultivadores de algodón, maíz, con el que se hace el pan llamado arepa, papas, apios y yucas.   Refiere la crónica la explotación de madera en base a cedro, roble, palo de vera, caimito, nogal y enumera otras especies llamadas marfil, curari, cibugassi. Otra referencia extraída del mismo referente cronológico va referida a la existencia del río Chabasquén que desciende del cerro y montaña alta, y lleva este nombre hasta desembocar a los llanos donde toma el nombre de río Guanare, refiere cinco afluentes del río Chabasquén, Quebrada de la Ciénaga, riecillo Chabasquensito,  riecillo Sagua, Misquicui y el riecillo.
Si visita Chabasquén debe ir al Balneario Quebrada de Agua Clara: a 10 kms. de Chabasquén, en la vía que conduce hacia Barquisimeto, éste balneario natural cuenta con instalaciones para provecho del visitante.
También está el Museo Francisco J. Datica: en él se exhiben algunos restos de cerámica aborigen recolectados en el municipio, así como mobiliarios de vieja data y fotografías del Chabasquén del ayer. Está ubicado en el antiguo Dispensario Rural, en la avenida Urdaneta.
Y desde luego la Iglesia “Nuestra Señora de los Dolores”: frente a la Plaza Bolívar, es una contemporánea edificación de tres naves donde se encuentra una imagen tamaño natural de la patrona. También puede recorrer la Plaza Bolívar: con un busto de El Libertador y rodeada por almendrones, es lugar predilecto de descanso y recreación de los lugareños. En sus inmediaciones funciona una fábrica de chimó.
“El Paraíso de Chabasquén” lo hará reencontrar toda nuestra tradición aborigen.

 

El Paraíso de Chabasquén

Un remanso de naturaleza

Obelisco de Chabasquén

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